El juzgado central número 2 de la Audiencia Nacional ha admitido a trámite la denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra Narcís Serra y otros 14 exdirectivos de Catalunya Caixa, ahora imputados por un delito de administración desleal por las irregularidades en 32 operaciones inmobiliarias El magistrado ha abierto una diligencia de investigación.

En concreto, la denuncia es contra el expresidente de Catalunya Caixa, Narcis Serra, y otros 14 exaltos cargos, entre ellos el que fuera director general Adolf Todó, por un delito de administración desleal supuestamente cometido al haber causado un perjuicio de 720 millones de euros en una quincena de operaciones inmobiliarias realizadas entre el 2000 y el 2007. Las irregularidades fueron detectadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) durante la revisión de las cuentas de la entidad. Serra tiene pendiente otro proceso judicial por la aprobación de sobresueldos a directivos cuando la entidad registraba pérdidas.

La denuncia del fiscal Fernando Maldonado expone que durante ese periodo la caja «ejecutó una intensiva y creciente actividad inversora inmobiliaria» a través de su filial Procam. Las inversiones no solo se hicieron en España, sino también en Polonia y Portugal. En la mayoría de los casos el «aval y fiabilidad» que desde la entidad se dio a esos proyectos se otorgó «confiando» en la palabra de los socios copartícipes de las inversiones, sin previos informes externos independientes y «sin realizar el análisis exhaustivo de aspectos tales como la solvencia y capacidad de los asociados y su grado de implicación con aportación de recursos propios» que, en algunos supuestos, «eran poco significativos» en relación al volumen del negocio.

Según la fiscalía, prácticamente todos los proyectos inmobiliarios tenían, en el momento de su aprobación, condicionado su desarrollo a la consecución de trámites urbanísticos «ineludibles» y de «resolución incierta». Algunos terrenos, incluso, eran no urbanizables.