La inflación de noviembre es la que se utiliza por ley para calcular la revalorización de las pensiones. Y con el IPC ya en el 2,7% --en agosto subió cinco décimas en España y siete en Aragón (está en el 2,5%)--, el Gobierno se ha propuesto reducirla antes de que llegue ese mes. Esa es una de las razones por las que el Ejecutivo ha amenazado a las petroleras con tomar medidas si no abaratan los combustibles, el principal responsable del incremento de los precios.

"El IPC no es cualquier cosa, ya que luego constituye el elemento de referencia en base al cual se revalorizan las pensiones, y no es lo mismo que suba el 1% que el 3%", reconoció ayer el ministro de Industria, José Manuel Soria, en Onda Cero. El ministro tuvo ayer un encuentro con Repsol, Cepsa y BP.

La inflación alcanzó en agosto su máximo anual. El alza se debió básicamente al encarecimiento del transporte y de gastos corrientes de la vivienda, los componentes más ligados a carburantes.