El precio del acceso a internet en ADSL/ fibra óptica (banda ancha) en España sigue siendo de los más caros de Europa. Así lo constata el informe anual de la Comisión Europea sobre la Sociedad de la Información, que sitúa a España en la posición 22 de 28 en el índice de precios de banda ancha fija: mejora un puesto, pero sigue estando muy por encima de la media europea.

Bruselas, en su informe sobre el Índice de la Economía y la Sociedad Digital (DESI, en inglés), destaca que el español es un mercado «convergente» dominado por paquetes y caracterizado por un aumento de la velocidad de acceso a internet, donde el incremento de precios en los paquetes «insignia» de los principales operadores «está generalmente vinculado con diversas mejoras».

El índice de precios de banda ancha fija es una conjunción de medir el coste del acceso a internet en seis modalidades: solo internet, internet más fijo, con televisión... Si bien en este índice conjunto España ocupa la posición 22 de 28, en algunos de los servicios por separados la posición es aún peor.

Por ejemplo, en el precio al consumidor de la banda ancha (solo ese servicio) España se sitúa en tercera posición por la cola europea, solo superado por el coste en Luxemburgo e Irlanda. Mientras, si se tiene en cuenta el precio de los paquetes convergentes (internet en el hogar, teléfono fijo y televisión), la posición de España es aún peor: segunda por la cola, solo superada por Bélgica (61 euros). El coste de estos servicios en España en el tramo de 30 a 100 Mbps está en 56 euros, cuando la media en Europa es de 41 euros. El país con menor precio es Lituania (13 euros); en Francia cuestan 23 euros.

En otros campos, España está mejor: el precio de la banda ancha de las ofertas para teléfonos móviles disminuyó «notablemente» en el último año (de 39 euros a 21 euros) y está por debajo de la media europea (24 euros).

FACTOR DE MEJORA / En cualquier caso, la Comisión Europea subraya que los porcentajes de implantación de banda ancha fija y móvil «son una de las fuentes principales de mejora» de España, a pesar del hecho de que la implantación de banda ancha fija sigue estando por debajo de la media de la UE. Así, el texto afirma que, gracias al «amplio despliegue» de redes de fibra y a los «esfuerzos significativos» en materia de cobertura 4G, España está «en buenas condiciones» de seguir cumpliendo el objetivo de garantizar que todos los ciudadanos disfruten de una economía digital «innovadora y de futuro».

A nivel general, España ocupa el puesto número 10 de 28 del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI, por sus siglas en inglés), lo que supone una mejora de cuatro posiciones, porque en el 2017 se encontraba en el puesto número 14.

Este hecho se debe a que España aumentó su puntuación gracias a un mejor rendimiento en todas las categorías que mide el DESI, que son conectividad, capital humano, uso de servicios de internet, integración de la tecnología digital y servicios públicos digitales.