Invertir con rentabilidad y sin riesgo se ha convertido en un problema para los ahorradores que huyen de los depósitos bancarios en la medida en que los bajos tipos de interés han eliminado su atractivo como instrumentos de inversión. Los fondos, sobre todo los de renta mixta --con proporciones variables de bolsa-- se han convertido en el gran sustituto. Los inversores, sobre el papel, compensan el mayor riesgo de esta inversión con rendimientos superiores a los depósitos, mientras que los bancos --principales intermediarios en los mercados-- conservan los ahorros de los clientes en su perímetro y, además, pueden cobrar comisiones de gestión que no perciben con las cuentas a la vista.

El problema es que la volatilidad de los mercados dificulta que esta relación resulte ganadora para ambas partes. Se quiebra por la parte más débil: no se puede asegurar la rentabilidad para el cliente.

Pese a ello, los últimos datos disponibles reflejan un gran trasvase de fondos hacia productos en los que la renta variable tiene ya cierto peso. De hecho, las suscripciones de fondos de renta fija mixta (con cierta proporción de renta variable) realizadas hasta julio de este año en España destacan sustancialmente con respecto al resto de fondos, muchas de cuyas modalidades han reducido el volumen de suscripciones netas en el conjunto del año.

CORRIENTE DE TRASPASOS

En todo caso, el fenómeno de traspasos es inevitable. Desde enero, los fondos de inversión han sumado más de 22.000 millones de euros --contando las revalorizaciones--, según datos de Inverco, la patronal de las empresas de inversión. Sin embargo, el volumen de depósitos bancarios ha caído más de 30.000 millones hasta agosto de este año, según recoge el Banco de España. Esa dinámica coincide con una caída de las rentabilidades de los fondos a lo largo del año. En marzo las ganancias generales eran del 3,88%, en julio, habían descendido hasta el 2,98%, destaca Inverco.

Esa situación pone a los inversores ante una situación inapelable: "Ya no se puede conseguir rentabilidades altas sin asumir riesgos", afirma José Ramón Aranda, director de banca privada de Banca March. La rentabilidad de los depósitos ha pasado del 4% al 0,2% de media. "Tenemos que adecuar nuestras expectativas --conseguir un 4% en estos momentos es un rendimiento alto-- o modificar nuestro perfil de riesgo", agrega Aranda. "Si un cliente no puede dormir por la noche porque su cartera de inversión ha caído un 3% está en un perfil de riesgo inadecuado para él, pero tampoco puede esperar una rentabilidad por encima del 3% si no asume el reto", comenta Aranda.

De hecho, las entidades financieras aceptan esa situación y ofrecen a sus clientes productos que incorporan algo más de riesgo incluso en las alternativas conservadoras de inversión. Por ejemplo, CaixaBank, cuyos fondos registran el mayor volumen de suscripciones este año en España, comercializa lo que denomina la gama elección, que incluye tres tipos de fondos mixtos --Equilibrio, Crecimiento y Oportunidad--, de los que el más conservador incluye hasta el 30% de renta variable en la cartera. En el 2014, consiguió una rentabilidad del 4,8%.