La gran novedad de este año de Apple es el iPhone X, que se pondrá a la venta el próximo noviembre. Sin embargo, los grandes 'tapados' de la presentación de septiembre fueron los iPhone 8 y 8 Plus: dos móviles que aparentemente son iguales que los anteriores por fuera, pero que por dentro esconden grandes cambios y una potencia enorme. El iPhone X quizá se lleve todas las miradas en breve, pero el iPhone 8 Plus -que hemos probado- merece ser tenido en muy cuenta por su potencia y novedades.

DISEÑO

Tener el iPhone 8 Plus en la mano conlleva una sensación de 'déjà vu': sí, es prácticamente igual a su predecesor. Pero hay diferencias remarcables: pesa más que el iPhone 7, en parte por otro de los cambios que apenas es perceptible: la cubierta trasera pasa a ser de cristal. Por lo demás, pocos cambios aparentes: una cámara que sigue sobresaliendo, mismos marcos que envuelven la pantalla, mismo tacto del no-botón home... En definitiva, un diseño conocido, que funciona.

Pero lo importante de este nuevo iPhone no es su exterior, sino el interior. O lo que es lo mismo: la capacidad y la ejecución de cualquier tarea.

Los cambios empiezan en la misma pantalla. Vuelven a apostar por un LCD con resolución de 1920 x 1080 píxeles (y 401 ppi, lejos de lo que ofrecen otros móviles de alta gama), pero con una gran novedad llamada True Tone Display: una tecnología ya presente en el iPad que en el teléfono lo que hace es ajustar los colores al entorno donde esté el usuario. Es decir: no es lo mismo ver una misma imagen a plena luz del día que en casa cuando nos vamos a dormir.

RENDIMIENTO, CÁMARA Y BATERÍA

Pero el mayor cambio llega cuando empezamos a exprimir el teléfono, o simplemente cuando lo usamos en el día a día. El nuevo iPhone 8 Plus incorpora el nuevo A11 Bionic (el mismo que llevará el iPhone X), un procesador que prometía maravillas y que no decepciona. Es rápido, ejecuta sin problemas varias tareas, y los juegos ganan en imagen y velocidad. De hecho, si se hace un test de rendimiento, este procesador supera trabajando a varios núcleos que un MacBook Pro de 13 pulgadas o del iPad Pro de 10,5 pulgadas.

También sorprende para bien la mejora de la cámara. De nuevo, apuesta por un doble sensor de 12 megapíxeles, con una lente normal (f/1.8)y otra teleobjetivo (f/2.8). Según Apple el tamaño del sensor es ahora mayor, y el procesador A11 Bionic se encarga de situar esta cámara entre las mejores del mercado. Su modo retrato sigue siendo muy bueno, y también ha mejorado la grabación de vídeo, hasta el 4K y 60 fps. El flash, por cierto, es ahora también mucho mejor.

Por último, también hay cambios en la batería: por primera vez, Apple incorpora la carga inalámbrica a sus terminales. Sí, puede no ser algo indispensable, pero es una añadido interesante, que proporciona comodidad y ese plus que Apple siempre trata de dar a sus terminales. También incorpora la carga rápida, pero este elemento requiere de la compra de un cargador específico.

CONCLUSIÓN

El iPhone 8 Plus mejora la experiencia de su predecesor. Si se viene de la generación anterior el nuevo terminal no aporte todas las novedades necesarias para afrontar el nuevo gasto, pero en el caso de más allá de dos generaciones de teléfonos los cambios son muy importantes.

El diseño funciona, pero viendo como presiona la competencia quizá los consumidores necesitan de más novedades para dar el salto a este terminal. Sin embargo, se compensa con una potencia y una integración del iOS 11 casi perfecta, sin olvidar una cámara que está entre las mejores del mercado.