--¿Qué situación vive El Corte Inglés en Aragón?

--Tenemos una plantilla de 2.300 personas, a las que se sumarán otras 500 en Puerto Venecia. Además, hay que añadir los empleos indirectos, unos 500. En cuanto a la facturación del 2011, podemos decir que, más o menos, se han cubierto las expectativas que teníamos, fundamentalmente en el mundo de la moda. Algo peor ha ido en hogar, sobre todo los muebles, que es uno de los sectores a los que más está afectando la crisis. El otro que mejor se ha mantenido es la alimentación. En cuanto al ocio, está cambiando mucho debido a internet. El libro en papel cada vez tiene menos demanda y por eso estamos potenciando la venta del libro electrónico a través de nuestra web, donde también se pueden comprar discos y películas.

--¿Ha cambiado la estrategia de la compañía por la crisis?

--Nos hemos adaptado a las circunstancias. Después de analizar todas las gestiones que hacíamos en la empresa, hemos adaptado los procesos a los nuevos cambios. Se han cambiado filosofías de compra, de reposición de producto, para conseguir una mejor implantación en los centros, una logística más razonable y, por supuesto, para ahorrar costes. De esta crisis que tenemos, o que dicen que tenemos, al final lo que hay que intentar es salir.

--¿Pero la tenemos o no?

--La tenemos. Quizá no tan grande como se dice, pero sí. Es una crisis importante que afecta a toda Europa. De aquí se sale con confianza, con ganas y trabajando. Y la confianza la tienen que dar los políticos haciéndole ver a la gente que las cosas se hacen por algo y para algo. Hacer por hacer nunca es bueno si no se transmite bien. Hay que comunicar e informar, y cuando la gente vea que las medidas, da lo mismo de qué partido político sean, están logrando resultados, recuperará la confianza.

--También hace falta paciencia.

--Claro. Las cosas, en política y en economía, no se hacen de hoy para mañana. Los economistas ven muy bien el pasado, pero el futuro nunca son capaces de definirlo. Hay que ir poco a poco. No creo que a finales del otoño hayamos salido de la crisis pero pienso que algo se notará. Nosotros como empresa estamos apostando por el futuro. Dentro de 20 días abrimos en Córdoba un centro comercial con Corte Inglés e Hipercor, y dentro de cinco meses, otro. Somos de las pocas empresas españolas que crean puestos de trabajo en la crisis, el año pasado más de 3.000 a nivel nacional. Hay que generar empleo, hay que cambiar, innovar y, poco a poco, El Corte Inglés estará bien posicionado y conseguirá salir perfectamente de la crisis.

--¿Qué previsiones tienen para esta campaña?

--Hay que esperar al Día de la Madre, porque la primavera está siendo bastante inestable por el tiempo. La tendencia no es a crecer, ni mucho menos, pero está bastante sostenida.

--¿Es optimista?

--Moderadamente optimista. Creo que conseguiremos aguantar este año, y si acabamos con las ventas del año pasado, o incluso con un pequeño crecimiento, nos daríamos con un canto en los dientes. Nuestro objetivo es mantenernos en la situación en la que terminamos el año pasado.

--Hace un año que asumió el cargo de director regional. ¿En qué se ha notado el cambio?

--Cada persona tiene su forma de ser. El anterior director lo hizo extraordinariamente bien, pero los tiempos han cambiado y por eso el nuevo equipo debemos ajustarnos a los cambios. Cuesta, pero lo vamos haciendo poco a poco. Primero fui director administrativo de esta empresa, pero mis raíces son comerciales de toda la vida. El comercio siempre me ha gustado. Es un punto básico en la sociedad. El mercado tiene que ser libre para que la gente pueda elegir, adecuarse a la demanda.

--Deduzco que es partidario de la liberalización de horarios comerciales...

--En épocas como esta, me parece perfecto. Es lo que tendríamos que intentar hacer. Primero, habría que contratar personal para cubrir ese espacio de tiempo, lo que sería bueno para todos porque generaríamos puestos de trabajo. La liberalización del horario comercial me parece lógica. Las 72 horas semanales que hay ahora están bien, si se ampliaran los festivos de 8 a 12 o 16 lo vería hasta razonable. Más, creo que a Aragón no le hacen falta, aunque se podría hacer un esfuerzo en zonas turísticas o de ocio, como puede ser Puerto Venecia, pero hay que ver qué directrices va a seguir el Gobierno.

--Siguiendo con medidas políticas, ¿es partidario de subir el IVA?

--No creo que sea necesario. La subida del IRPF es suficiente para las intenciones del Gobierno y no creo que vaya a atacar ese tema. Esos dos o tres puntos bajarían en el consumo. Sería una solución para sacar dinero, pero no para sacar a este país adelante.

--Dentro de cinco meses se abre Puerto Venecia, el gran proyecto de la compañía para este año.

--En octubre, si Dios quiere y no hay ningún contratiempo. El martes empieza la selección de personal en el edificio de los antiguos cines Goya, en la calle San Miguel. Llevamos varios meses recibiendo currículos, unos 15.000, y aún esperamos hasta 25.000. Estamos trabajando con el Inaem, que nos está facilitando su base de datos de personal parado con los perfiles que buscamos para formar la plantilla. Seguimos recibiendo expedientes pero la idea es que a mediados de mayo el proceso de selección esté terminado para empezar los cursos de formación el día 21.

----¿Qué futuro le ve al centro de oportunidades de El Corte Inglés en Plaza Imperial? ¿Le afectará el cierre de Eroski el 1 de mayo?

--Puerto Venecia le va a hacer mucho daño a Plaza Imperial, pero nuestro centro de oportunidades es otro mundo. Está en la zona de medianas superficies y tiene un cliente que busca un tipo de producto muy concreto a un precio muy económico. Creo que aunque Plaza Imperial dejara de funcionar, nuestro centro seguiría adelante. No estamos preocupados. De hecho, se abrió antes que el mall. Había muchísimas empresas, y actualmente solo quedamos Decathlon, que también tiene previsto marcharse, un almacén de productos chinos y nosotros. No sé qué política de empresa tendrán Inditex o Primark, pero en Puerto Venecia estarán con todas sus marcas. Es una oferta maravillosa y muy especial, porque no es habitual que un centro de compras dedique tanto espacio al ocio. Va a atraer a mucha gente de fuera porque es algo diferente. Nuestra impresión es que va a funcionar.

--¿Va a haber algún cambio en los centros de Sagasta, Independencia o Grancasa?

--Sagasta tiene su caché. Cada cierto tiempo renovamos y añadimos firmas que están más en boga y más servicios para los clientes. En cuanto a paseo Independencia, lo estamos adecuando a los nuevos tiempos: más espacio para el cómic, tienda de libro electrónico, cambio de imagen de la papelería y los videojuegos...

--Desmiente, entonces, que lo haya comprado un banco chino...

--(Risas). Por supuesto. He oído que lo había comprado un banco chino, un hotel... Nuestra empresa no tiene costumbre de vender los inmuebles. Otra cosa es que haya momentos en que se puedan eliminar alquileres.

--¿Y Grancasa?

--Es como un centro comercial de barrio. El Actur tiene su propia vida y a Grancasa no le va a hacer daño Puerto Venecia. Tampoco le afectó cuando abrió Plaza Imperial. Tiene ya su público, aunque, lógicamente, cuando se inaugura un nuevo centro comercial hay un traslado de gente por la novedad. Eso se puede traducir en que un mes se podrían desviar un poco las ventas al otro centro, pero nada más.

--¿Qué planes tienen para los Opencor?

--Actualmente solo hay dos, en Zurita y Juan Pablo II. Empezamos con cinco, pero, después de aguantar un tiempo más que razonable, no funcionaban adecuadamente, y mantener un negocio que no cubría nuestras expectativas no tenía mucho sentido. Ajustamos la plantilla y se traspasó personal al Corte Inglés. Hay que cambiar el concepto de la tienda de conveniencia. Nacieron hace siete u ocho años y por ley se establecía un determinado espacio para cada sección, pero las instituciones deberían cambiar esa configuración. Hay que adecuarla a la demanda actual porque ya no se compran discos ni libros ni películas.

--Instituciones, organismos, expertos... Todos retrasan la salida de España de la crisis hasta el 2018. ¿Usted qué opina?

--Tampoco acertaron diciendo que saldríamos de la crisis el año pasado. Ahora dicen que, en vez de en el 2013, será en el 2018. No sé cuándo, pero lo que tenemos que hacer es trabajar todos para salir. Y cuanto antes, mejor.

--¿Hay que trabajar más y ganar menos?

--Los alemanes lo han hecho. No digo que esa sea la solución idónea. Hay que trabajar. Punto. Y hay que hacer innovación, cambiar la forma interna de funcionamiento de las empresas españolas... Si conjugamos todo eso, se puede salir de la crisis sin problema. Pero debemos jugar todos juntos a ganar.