Javier Nieto ha cumplido un año como decano del Colegio de Economistas de Aragón.

--La pregunta del millón: ¿cuándo acabará la crisis??

--Esta crisis es muy severa y duradera. No es nada anormal en la economía, donde hay unos ciclos expansivos o recesivos, unos más cortos y otros más largos. Esta vez ha tocado una recesión profunda y larga, pero no debemos ser agoreros. Pero la pregunta de cuándo saldremos de la crisis todavía no tiene una respuesta clara. Sabemos que hemos tocado fondo y esperamos que se cumplan las previsiones de que en el segundo semestre del 2010 estaremos creciendo. Aunque eso no querrá decir que hayamos superado la situación, solo técnicamente. Hasta que crezcamos a unas tasas como para generar empleo quizá pasen 2-3 años.

--¿Y cómo estamos en Aragón?

--Últimamente, la comunidad se está comportando como la tendencia general de la economía española. Al principio, la crisis fue mucho más suave por el efecto Expo, pero esto luego nos ha perjudicado, marcando cifras peores que las medias nacionales. Otro factor que ha afectado de forma específica a Aragón es que como tenemos una industria bastante especializada, la caída de la demanda internacional nos ha perjudicado más. Pero eso puede ser ahora una ventaja, si la demanda exterior se reactiva como parece que ocurrirá pronto.

--¿La diversificación económica de Aragón sigue siendo una asignatura pendiente?

--Es un trabajo que se viene impulsando hace mucho tiempo, pero hay que ser muy constantes. No es fácil. Si que hay campos en los que se están haciendo bien las cosas: logística, energías renovables o turismo. Pero los economistas venimos reclamando que se invierta en sectores productivos de alto componente tecnológico, que aporten valor añadido, como telecomunicaciones, bioquímica o farmacia.

--¿Es partidario de una reforma del mercado laboral?

--Todos los especialistas coinciden en que el actual mercado de trabajo dual --con contratos indefinidos o temporales-- es deficiente. En su mayoría abogan por un contrato indefinido único, con unos costes de despido más asequibles. Esta medida dinamizaría sin duda el mercado laboral, junto con otras como una rebaja de las cotizaciones sociales. Esto contribuirá a resolver una urgencia de la economía española: ganar en competitividad.

--Otro asunto candente es la edad de jubilación, ¿qué opina?

--El aumento de la esperanza de vida ha sido tan elevado que obliga a replantear la edad de jubilación, sin perjudicar a colectivos determinados: trabajos penosos o empleados que se incorporaron muy temprano al mercado laboral. Soy partidario de abrir el debate y tratarlo con rigor. El mayor logro social es tener un sistema público de pensiones estable a medio y largo plazo.

--El sector financiero es uno de los más tocados por la crisis, ¿qué se puede hacer para normalizar la concesión de créditos a empresas y particulares?

--Tenemos que ser conscientes de que el mundo estuvo a punto de sufrir un crack financiero. Eso se superó gracias a la rápida intervención de los gobiernos con medidas de choque. Se consiguió volver a introducir el crédito, pero no se ha llegado a un nivel de normalidad ni mucho menos. Los gobiernos no deben precipitarse en retirar los estímulos fiscales y monetarios para que el crédito siga llegando. Y, por su parte, las entidades financieras tienen que hacer el esfuerzo de hacer llegar todo este flujo monetario a los consumidores.