La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, hará varias giras en los próximos meses por Asia, África y el Golfo Pérsico con el fin de promover las inversiones de empresas españolas en el exterior y contribuir de este modo a la recuperación de la economía nacional y a la creación de empleo. Jiménez se ha marcado como reto para este año llevar a cabo una "diplomacia económica" que saque partido de las buenas relaciones políticas que España mantiene con países que cuentan con economías emergentes para lograr la expansión internacional de las empresas. La ministra de Exteriores cree que las oportunidades que ofrecen regiones como China, India, el Sudeste Asiático y Pacífico, Asia Central, el Golfo Pérsico o Estados Unidos deben ser aprovechadas en sectores como las infraestructuras, el transporte, las energías renovables y eléctricas, las telecomunicaciones o la banca. También considera necesario hacer valer el peso internacional de España después de que se haya conseguido un plaza permanente en el G-20. "Ha llegado el momento de recoger en el ámbito económico lo que se ha sembrado políticamente en los últimos años", resume a Efe José Eugenio Salarich, director general de Relaciones Económicas Internacionales y Asuntos Energéticos en el Ministerio de Asuntos Exteriores desde el pasado mes de agosto. Salarich opina que aunque España lleva promoviendo la inversión en el extranjero desde hace años, en especial, en América Latina, se deben hacer más esfuerzos para "competir en igualdad de condiciones" con países como Reino Unido, Francia o Alemania, que optimizan mejor su acción diplomática en favor de sus empresas. Según el director de Relaciones Económicas de Exteriores, "el objetivo debe ser 'vender' país y aprovechar la buena red de contactos políticos" para que las empresas españolas "sean tratadas favorablemente" en las adjudicaciones. La primera etapa de la "diplomacia económica" que se ha propuesto Trinidad Jiménez en coordinación con otros Ministerios, como el de Industria y Comercio, la representó la visita que el viceprimer ministro chino, Li Keqiang, llevó a cabo esta semana a Madrid y que se saldó con la firma de importantes acuerdos empresariales. Jiménez tiene planeado devolver la visita a Pekín y potenciar el diálogo con India y países del Sudeste Asiático como Indonesia. Prueba de la relevancia que el Gobierno da esta región fue e viaje que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo a China y Japón el pasado mes de septiembre, así como a Corea del Sur en noviembre con motivo de la cumbre del G-20. Otra de las giras con empresarios planeadas por la ministra antes del verano tiene como destino los países del Golfo Pérsico. Su antecesor en el cargo, Miguel Angel Moratinos, la tenía programada para el pasado mes de noviembre, pero se canceló al ser cesado en su puesto pocos días antes. Sudáfrica, Angola y Nigeria están también en el punto de mira de Jiménez, al ser una zona con un amplio potencial económico en la que España cuenta con poca presencia. Todos estos países tienen una elevada tasa de crecimiento y ofrecen concursos de contratos que se ajustan a los sectores donde las compañías españolas son punteras. Jiménez pretende además reforzar la presencia de las empresas en Iberoamérica, con especial énfasis en Argentina, Chile y Brasil, pero también en Colombia y Perú, países con los que la UE firmó sendos acuerdos comerciales el pasado año. En esta zona, España es el segundo inversor extranjero, con una inversión neta acumulada de 130.000 millones de euros entre 1993 y 2009. A escala mundial, España es el octavo país con más volumen de negocio en el exterior, aunque en 2009 y 2008 ha visto reducidas a más de la mitad sus cifras tras rozar en 2007 el listón de los 100.000 millones de euros. Estados Unidos es el principal destino de las inversiones españolas, seguido de Reino Unido y Brasil.