El exconsejero delegado de Banca Privada d'Andorra (BPA) Joan Pau Miquel ha sido puesto este lunes en libertad provisional tras 22 meses de prisión preventiva por el llamado 'caso BPA' de blanqueo de capitales.

Miquel, que estaba ingresado en el Centre Penitenciari de la Comella, en Andorra la Vella, desde el 16 de marzo del 2015, fue detenido por la policía acusado de un delito mayor continuado de blanqueo con los agravantes de pertenencia a grupo organizado, de habitualidad y en el marco de un establecimiento bancario.

La detención tuvo lugar, de hecho, pocos días después de que el departamento del Tesoro de los Estados Unidos publicara una nota en la que acusaba a la entidad de facilitar el blanqueo de capitales.

Su representación legal había reclamado insistentemente el fin de la prisión preventiva, pero ni la Batllia -tribunal de primera instancia- ni el Tribunal de Corts habían aceptado la petición alegando el riesgo de fuga, destrucción de pruebas y un posible peligro de interferencia en el desarrollo de la instrucción.

Por este motivo, los abogados de Miquel recurrieron al Tribunal Constitucional, que ahora decreta la puesta en libertad provisional del acusado. El caso BPA, que conmocionó el importante sector financiero andorrano, estalló en 2015 después que el FinCEN, el organismo del Tesoro de Estados Unidos dedicado a la lucha contra el blanqueo de capitales, emitiera una comunicación calificando a la entidad como "una institución de primer orden" en materia de lavado de dinero.

Horas después, las instituciones andorranas intervenían BPA para "garantizar la continuidad de la operativa de la entidad, proteger a sus clientes y velar por el buen nombre y la integridad de la plaza financiera andorrana".