La Audiencia Nacional dejó ayer visto para sentencia el juicio contra los 65 usuarios de las polémicas tarjetas opacas de Caja Madrid, entre ellos los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, que se enfrentan a penas de entre seis y cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida. Así se dio por concluida la vista oral contra los antiguos consejeros y directivos de la extinta entidad, inicialmente programada hasta el pasado 9 de diciembre y que ha necesitado de nueve sesiones adicionales en las que no han faltado los enfrentamientos.

Unos reproches velados que continuaron durante la jornada de ayer, en la que el abogado del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán mostró su disconformidad con los cuatro años de cárcel solicitados por el fiscal del caso, Alejandro Luzón, quien, en su opinión, no ha considerado la situación de su cliente, en prisión desde 2012 por el vaciamiento de Marsans y actualmente en concurso de acreedores personal.

Cuatro meses, 120 horas y veintiséis sesiones después, el futuro de las black continúa en el aire, ya que a falta de conocer la sentencia. Ambas partes disponen aún de un as bajo la manga: el recurso ante el Tribunal Supremo.