El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto belloch, dio ayer el pistoletazo de salida oficial a la consulta popular que realizará el ayuntamiento antes de trasladar al Gobierno de Aragón su propuesta para las zonas que deberían ser declaradas zonas de especial afluencia turística y, por tanto, permitir a todos los comercios sin excepción la apertura todos los días del año. Una liberalización de horarios que quiere alcanzar con el "máximo consenso", aunque es consciente de que "la unanimidad es imposible", y que se empezará a gestionar recogiendo las peticiones de todas las entidades públicas o privadas que lo deseen, o las instituciones, o cualquier persona jurídica que quiera trasladar su opinión. El primer edil anunció que este sondeo comenzará el próximo viernes 2 de noviembre, concluirá el 30, y se hará a través de internet.

Se trasladará a la ciudadanía una pregunta "sencilla y acotada", del estilo de "si desea o no que se declare zona turística todo o parte de la ciudad y que la libertad horaria se abra al conjunto de la ciudad o a zonas acotadas", aunque serán los expertos en este tipo de consultas los que se encarguen de definirla. El objetivo es claro: que llegue en diciembre al Consejo de la Ciudad para evaluar las propuestas que lleguen y, en función de los resultados y del debate con los agentes sociales, el Gobierno de Zaragoza pueda trasladar a la DGA su petición en enero, "seguramente después de Reyes".

Tiene de plazo hasta el 14 para adaptarse al real decreto de ampliación generalizada de horarios y de apertura de establecimientos comerciales en domingos y festivos para capitales con más de 200.000 habitantes que superan el millón de pernoctaciones de turistas.

ABIERTA O ACOTADA Belloch remarcó, no obstante, que no presentar propuestas a la DGA conllevaría que se declarase la liberalización de horarios para toda la ciudad, algo que "no nos parece oportuno". El alcalde explicó que este supuesto sería "excesivo, porque provocaría un daño añadido a un sector que tiene muchas necesidades y eso puede traer consecuencias negativas para el comercio"". Por eso insistió en que "hay que acotar zonas" o que la ciudad decida "si quiere una ciudad abierta o zonas acotadas" a través de esta consulta popular. Y será mejor si puede ser por una amplia mayoría, como ocurrió con el traslado frustrado de la estatua de César Augusto a la calle Alfonso.

Mientras, Belloch mantuvo su prefererencia porque se declare la liberalización de horarios para Puerto Venecia, algo que choca con la propuesta del grupo parlamentario del PSOE que dirige Javier Lambán, que pedía declarar zona turística la Zaragoza romana, pero afirmó con rotundidad que "el alcalde solo tiene que velar por los intereses de la ciudad, no de lo que opine un partido político, ni siquiera el mío". De manera que su propuesta partirá de lo que opine la ciudad en la consulta popular que ahora lanzará.