A pesar de que la reforma laboral genera un amplio rechazo entre los españoles, las opiniones en torno a una huelga general están ahora mismo más divididas. El último barómetro político de España del GESOP, realizado tan solo unos días después de las manifestaciones del 19 de febrero, reflejaba que el 59,6% estaba en contra de la nueva normativa, frente a un 32,1%, que se declaró a favor. Sin embargo, los porcentajes estaban mucho más igualados entre los que secundarían el paro (46,7%) y los que dijeron que no (50,3%).