Los sindicatos del Metal calentaron ayer motores de cara a la huelga convocada para el próximo 27 de enero. Cerca de un millar de delegados sindicales y trabajadores del sector participaron ayer en la asamblea y la posterior manifestación organizadas por UGT y CCOO en protesta por el bloqueo de la negociación del nuevo convenio provincial del Metal de Zaragoza, al que están acogidos 35.000 empleados. "La patronal quiere quebrar sin pudor la paz social que se ha mantenido durante los últimos 20 años", advirtieron ambas organizaciones.

Los actos de ayer marcaron el inicio del calendario diseñado por las centrales para recabar el máximo apoyo en la jornada de paro, pero todavía hay margen para el acuerdo. Aunque las posiciones están en estos momentos muy alejadas, la protesta podría desconvocarse si patronal y sindicatos lograrán un acuerdo in extremis en la reunión convocada por el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje) prevista para este jueves.

Tras celebrar una asamblea en el Centro Pignatelli, los participantes marcharon por el centro de la ciudad hasta las puertas del Edificio Pignatelli, sede del Ejecutivo autónomico. Allí se dio lectura a un comunicado que luego entregaron al consejero de Economía y Empleo, Francisco Bono, con quien los sindicatos mantuvieron un breve encuentro.

Los secretarios generales de las federaciones del Metal de UGT, José Juan Arcéiz, y de Industria de CCOO, Celso Hornero, advirtieron al consejero del riesgo que supone romper la paz social que vive el sector desde hace 20 años, que es el tiempo que ha pasado desde la última huelga llevada a cabo en Zaragoza por un conflicto propio de esta actividad. A juicio de los sindicatos, el favorable clima laboral ha propiciado inversiones y acuerdos, algo que "la patronal está echando por la borda" con su posición en la negociación del convenio.

MEDIACIÓN DE LA DGA El hueso del conflicto laboral está en la actualización de los salarios. Los sindicatos aspiran a que el nuevo convenio mantenga el nivel adquisitivo de los trabajadores, algo que no garantiza --dicen-- la última propuesta patronal, que plantea un incremento del 1% para este año y del 1,5% para el 2013.

El consejero Bono se mostró comprensivo con las reivindicaciones sindicales, pero lamentó la convocatoria de huelga, según explicaron los representantes de UGT y CCOO. Por ello, les aseguró que "hará todo lo que esté en su mano para mediar en el conflicto", explicó Arcéiz.

La convocatoria de ayer estuvo además cargada de simbolismo, ya que era la primera vez en 25 años que UGT y CCOO celebraban una asamblea conjunta del Metal. Para los sindicatos es una señal de la unidad de acción que mantienen en este sector.

Hasta el día de la huelga, los sindicatos celebrarán asambleas informativas en casi todas las empresas del sector.