Los empleados de Panrico en Malpica no quieren seguir negociando el preacuerdo alcanzado el jueves con la dirección que contempla un ERE de extinción que afectará a un máximo de 745 empleados (ninguno en Zaragoza) y una rebaja media de salarios del 18% (en torno al 10% en la planta aragonesa). Por eso, la mayoría (65 empleados) votó ayer en contra de este documento, mientras que 33 lo hicieron a favor y hubo una abstención. Fuentes sindicales se mostraron sorprendidas y un tanto decepcionadas, ya que echaron de menos la participación e implicación en la decisión de "más gente" --la plantilla está formada por 143 personas--.

El pacto también establece que se rebajará el precio de los Donuts alrededor de un 25% con el fin de garantizar la viabilidad de una familia de bollería industrial --que completan los Donettes y los Bollycao-- demasiado cara en comparación con la competencia y las marcas blancas.

Dicha idea la puso sobre la mesa la Inspección de Trabajo en Madrid, y ambas partes se avinieron sin el beneplácito de CCOO, que desconfía de la palabra de la dirección. Ayer, excepto el de Barcelona, todos los centros de trabajo --Paracuellos del Jarama (Madrid), Puente Genil (Córdoba) y Valladolid-- votaron en asamblea su posicionamiento, donde la negativa a aceptar el acuerdo gana terreno.

En Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) los trabajadores acordaron realizar una asamblea con voto incluido hoy. Esta planta es la más afectada de todo el grupo, con 159 despidos y donde las categorías salariales son superiores a la media de la firma. Sus empleados están en huelga desde el 13 de octubre.

El lunes, los representantes sindicales de todos los centros se reunirán en Madrid para cotejar los resultados de las asambleas y comunicarlos a la dirección. En función de estos, la negociación del plan de reestructuración continuará o no.