El presidente del comité de la térmica de Andorra, Antonio Donoso, opinó ayer que la carta enviada por Endesa al consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, indicando que no tomará una decisión sobre si invertir o no en esta central hasta que no sepa cuál será el marco que regulará el sector energético es un "órdago" para tratar de lograr más ayudas de la Administración.

Donoso consideró que la empresa está siguiendo una "estrategia política y empresarial". A su entender, Endesa quiere que se le compense por la subida de impuestos aprobada por el Gobierno y porque es una instalación que está obligada por ley a quemar carbón.

El presidente del comité de la central turolense señaló asimismo que la empresa pretende "mover a las masas sociales" para que, a su vez, "presionen" a los políticos. En la misma línea, situó la decisión de la eléctrica de no quemar el carbón procedente de las minas de Carbonífera del Ebro en Mequinenza.

HASTA FINAL DE AÑO Donoso indicó que los trabajadores todavía no tienen claro si emprender algún tipo de acción reivindicativa porque "si lo que quieren es jugar al póker o echar un órdago pues se hace". "Si no es rentable, que la cierren y, si es rentable, que inviertan", añadió.

En su opinión, la térmica sí es rentable porque "ya está amortizada" y "todo lo que saca ahora es negocio puro y duro" por lo que concluyó que "todo es una farsa". Endesa tiene hasta final de año para decidir si invierte o no en la planta, adaptándola a la normativa europea de medio ambiente, lo que requeriría de unos 200 millones de euros.