El presidente aragonés, Javier Lambán, lanzó ayer un mensaje claro a las grandes empresas de la comunidad: «Es razonable que las rentas se repartan de una manera más justa, y eso pasa por el aumento de los salarios». Las palabras del jefe del Ejecutivo autonómico retumbaron en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli, donde Lambán clausuró la II Cumbre Empresarial de Competitividad de Aragón, en la que se dieron cita los grandes actores económicos y las 22 mayores compañías de la comunidad --facturan 15.000 millones y dan empleo a 43.000 personas--. Este mensaje llega con un acuerdo cada vez más cercano sobre la negociación colectiva.

Si un día antes, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, abogó por que las nóminas recuperen el terreno perdido durante la crisis, ayer Lambán subrayó en este foro empresarial que uno de sus objetivos centrales para esta legislatura es «combatir la desigualdad». El otro pasa por el incremento de la competitividad. Eso sí, enfatizó el presidente aragonés, «hay que hacer lo posible por ganar competitividad por la vía de la innocación y el conocimiento y no por la de la devaluación salarial».

CRECIMIENTO SANO

El presidente del Consejo Empresarial de Aragón, Ricardo Mur, recogió el testigo de Lambán y reconoció que ese momento ha llegado, pero «sin perder competitividad», dijo. El presidente de la patronal española, Juan Rosell, también defendió la subida salarial, pero en este caso vinculada con los beneficios de las empresas. En cualquier caso, los indicadores económicos apuntan a la mejora de los sueldos, ya que Aragón y España cerrará el cuarto año de crecimiento económico.

No obstante, desde el Consejo Empresarial de Aragón se subraya que el modelo de crecimiento de la comunidad «es más sostenido en el tiempo», recalcó el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, que ilustro que el sector de la construcción ha perdido casi 10 puntos en el PIB aragonés, casi los mismos que ha ganado el sector exterior. A ello, hay que sumar un patrón «basado en la productividad y la competitividad», lo que hace a la economía aragonesa «menos vulnerable», indicó Aguirre.

HOJA DE RUTA

Y ese es, precisamente, uno de los objetivos del Consejo Empresarial, trazar una hoja de ruta que permita diseñar el futuro de Aragón. En este cometido se han puesto a trabajar «nuestras mejores mentes», indicó su presidente, Ricardo Mur, puso el acento en paliar el problema demográfico de la comunidad, su envejecimiento y despoblación. «Este es un asunto capital para nosotros» y el «principal reto para las próximas décadas».

Pero Mur citó más. La mejora de las infraestructuras de comunicación y digitales, el incremento del tamaño de las empresas de la región, la apuesta por la innovación, el conocimiento y el talento, un mayor impulso a los mercados exteriores y la formación y el capital humano como ejes del progreso son otros de los objetivos de este think tank, creado hace apenas dos años para mejorar la economía aragonesa. «Queremos que nuestros jóvenes sean los mejores porque nos jugamos el futuro», enfatizó Mur, que abogó por la colaboración público-privada.

RECONOCIMIENTO

La cumbre concluyó con la entrega del Premio Empresario de Aragón 2017, que otorgan conjuntamente el Consejo Empresarial y el Gobierno de Aragón. En esta ocasión fue reconocida la trayectoria de Opel y su repercusión en el desarrollo industrial de la comunidad. El galardón fue recogido por el director general de Opel España, Antonio Cobo, y por el vicepresidente de Manufacturas de Opel Europa, Philip Kienle, que agradeció el premio y alabó la labor que se lleva a cabo en la factoría de Figueruelas.