El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, culpa al Banco de España de la dureza de la crisis. En una entrada de su blog, destaca la «participación y responsabilidad» que tuvo el organismo en el retraso de la gestión de la recesión, tras relajar las obligaciones de la banca en un primer momento y dilatar el reconocimiento de las situaciones de morosidad y pérdidas. En su opinión, estas circunstancias pudieron ser «decisivas».

En su apunte, en el que recoge las declaraciones del gobernador del Banco de España en las que justifica la actuación de la entidad en su momento, el dirigente sindical señala: «Todas las instituciones, nacionales e internacionales, incurrieron en grandes errores de previsión, también el Banco de España».

Para Álvarez, aunque la estrategia se dirigió a evitar la crisis de las entidades, el resultado fue que se tuvo que acudir a una fuerte inyección de fondos públicos «para evitar su quiebra». El secretario general dice estar seguro, además, de que países como el Reino Unido, Alemania y Holanda actuaron mejor que España.

También subraya que el coste de la crisis ha recaído «de manera especial» en los trabajadores y que la mala gestión ha motivado el incremento de la pobreza laboral, ha aumentado los niveles de precariedad del empleo y ha supuesto la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones. «Diga lo que diga el gobernador del Banco de España, no hemos salido de la crisis», insiste Álvarez, tras apuntar que es «urgente» que se mejoren las condiciones de vida y de trabajo.

El líder ugetistas considera que «para hablar de salida de la crisis» es necesario que se deroguen las sucesivas reformas laborales, «que tanto daño han hecho al nivel y calidad del empleo», y que se recuperen derechos ciudadanos.