Los trabajadores de Caja3 "no se rendirán". Es el mensaje que lanzaron ayer los sindicatos del banco liderado por Caja Inmaculada (CAI), que hoy se reunirán en Madrid con la dirección en busca de un acuerdo sobre el ajuste planteado. Una cita trascendental en la que las posibilidad de acercar posiciones son nulas si la entidad no varía las coordenadas del plan de reestructuración presentado: 592 despidos sobre una plantilla de 2.600 trabajadores con las indemnizaciones más bajas del sector. Una purga que se plantea como inexcusable para el encaje de la entidad en Ibercaja.

Victoria Camarena, portavoz de UGT en Caja3, aseguró ayer que asistirá a la reunión con "voluntad negociadora", pero subrayó que si la entidad no cambia su posición "no habrá nada de qué hablar"."Hoy por hoy no hay otra salida que el no", agregó. La sindicalista denunció asimismo que el ajuste planteado incumple el convenio colectivo del sector de las antiguas cajas de ahorros al no proponer medidas de flexibilidad antes de llegar a los despidos. "Somos la entidad a la que más se castiga y encima lo pagamos los trabajadores, que fuimos los que echamos al anterior director general responsable de los problemas", incidió Camarena, que defendió asimismo la viabilidad de Caja3.

MOVILIZACIONES "¿Por qué hay que desmantelar algo que funciona? Lo que necesita Caja3 es tiempo y algo de ayuda, pero no 400 millones de los que se habla", apuntó ayer Miguel Ángel Villalba, representante de CCOO en la entidad, que consideró que Caja3 está en disposición de asumir la capitalización exigida en la auditoría de Oliver Wyman. "No se nos puede ahogar de esta manera, hay fórmulas para sacar esto adelante tanto a nivel laboral como empresarial", aseveró.

Los sindicatos de la caja (UGT, Asipa, CCOO y Csica) afrontan el encuentro de hoy sin haber tenido casi tiempo para analizar la documentación entregada por la entidad entre la noche del martes y ayer. Ya tienen en sus manos los planes de reestructuración y de recapitalización que habían solicitado, pero siguen sin conocer el protocolo de integración de Ibercaja y Caja3, que marca la hoja de ruta de la operación. El grupo sigue también sin desvelar cuál sería el reparto de los despidos y los cierres de oficinas --187 en total-- entre las tres cajas socias (CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo).

Los representantes de la plantilla eludieron ayer valorar esta información, por ser de carácter confidencial, pero se ratificaron en su rechazo a una reestructuración que ven desproporcionada. "La entidad es viable, solo necesita tiempo. Esto no es Bankia o la CAM y se nos trata peor", lamentaron fuentes sindicales.

Tan solo quedan nueve días para seguir negociando el ajuste (hasta el día 15, según exige Caja3), un plazo limitado y encorsetado por el escaso margen de maniobra dado por la entidad, que considera innegociables las grandes cifras del ajuste. Si no cambian estas premisas, el conflicto desembocará en movilizaciones en la calle, la primera de ellas este lunes con una asamblea de trabajadores (17.30 horas) y una posterior marcha por el centro.