British American Tobacco (BAT) se ha sumado a la subida generalizada de precios aplicada por las tabaqueras después del incremento de la carga fiscal aprobado por el Gobierno hace justo un mes, y eleva 10 céntimos su marca estrella, Lucky Strike.

La compañía ha sido la última de las cuatro grandes multinacionales que operan en España -juntas suponen el 96 % del mercado de cigarrillos- en subir sus precios, un movimiento esperado en un sector que hace sólo unas semanas se dirigía hacia una guerra de precios que, finalmente, parece no haberse producido.

Tras esta subida, todas las grandes tabaqueras han aumentado precios para repercutir el incremento en un 2,5% del "tipo específico" decretado por el Ejecutivo, y que hace que en torno al 80% del coste de la cajetilla corresponda a impuestos.

"La decisión responde a la estrategia de negocio del grupo en España, en un mercado de libre competencia, y tras la subida de impuestos especiales a las labores del tabaco, que entró el vigor el pasado 3 de diciembre del 2016", han explicado en un comunicado desde BAT.

Han añadido que este incremento de diez céntimos se produce en todas sus labores principales de tabaco con la única excepción del Lucky Strike 100, una de sus variedades secundarias que cuenta con una cuota de mercado del 0,2 % en España y a la que no altera para mantenerla al mismo coste que el de su principal competidor, Winston 100.

Japan Internacional Tobacco (Winston y Camel) fue la primera en repercutir el aumento de impuestos en el precio y encareció entre diez y veinte céntimos varios de sus productos el 9 de diciembre.

Philip Morris (Marlboro, Chesterfield y L&M), líder del mercado español, recorrió ese mismo camino una semana más tarde y subió diez céntimos sus marcas.

El 21 de diciembre, Altadis (West, Ducados, Nobel) anunció que subía todos sus productos a excepción del Fortuna blando, una decisión que llevó a Philip Morris a revertir apenas unos días después la subida de precios en Marlboro y Chesterfield.

Con la amenaza de una nueva guerra de precios sobrevolando en el ambiente, la española Altadis -propiedad de la británica Imperial Tobacco- dio marcha atrás y acabó por encarecer también el Fortuna blando el pasado 28 de diciembre, movimiento al alza que inmediatamente efectuó Philip Morris.