Un total de 85 exconsejeros (principalmente representantes de PP, PSOE, IU, CCOO, UGT, CEOE y CEIM) y exdirectivos de Caja Madrid y Bankia se gastaron 15,5 millones de euros entre 1999 y el 2012 a través de unas tarjetas para gastos privados que no se declaraban a Hacienda.

Solo cuatro de ellos no las usaron y para otros el delito ha prescrito o ya han fallecido, con lo que finalmente son tan solo 65 a los que se enjuicia por gastarse 12,03 millones de euros entre el 2003 y el 2012 en conceptos como restaurantes (tres millones), disposiciones de efectivo (dos millones), viajes (más de 1,5 millones), grandes superficies (más de un millón), hoteles (cerca de 800.000 euros) o ropa y complementos (unos 700.000 euros).

Miguel Blesa

El expresidente de Caja Madrid bajo cuyo mandato se crearon las tarjetas black fue uno de sus principales usuarios: se gastó 436.688 euros, a una media de 54.600 al año. En un solo día, podía gastarse 9.000 euros en el hotel Ritz de Madrid o 13.200 euros en contratar un viaje de verano. Su factura en hoteles alcanzó los 76.000 euros, la de viajes los 70.000 euros, y sacó 82.000 de cajeros en siete años. Entre las aficiones que financiaba a costa de la caja: la caza, los vinos caros, los mejores restaurantes de Madrid y Marbella, hoteles y balnearios de lujo por todo el mundo... Otro ejemplo: cuando las luchas en el PP le obligaron a abandonar la entidad donde le había colocado su amigo Aznar, se consoló tirando de la tarjeta para pagar 4.000 euros en informática y telefonía.

Rodrigo Rato

El expresidente de Caja Madrid y Bankia y héroe caído del PP heredó el sistema de tarjetas black de Blesa y, si bien limitó sus beneficiarios, no dudó en seguir beneficiándose él mismo: se gastó 99.054 euros. Por ejemplo, se hizo fiel a los cajeros, de los que retiró 17.300 euros, casi siempre de mil en mil. También llegó a gastarse 3.457 euros de una sola vez en bebidas alcohólicas y 2.712 euros en locales nocturnos. La caja también le pagó 1.584 euros en joyería, 680 en Louis Vuitton o 2.439 euros en una tienda de arte religioso cristiano.

Ildefonso S. Barcoj

El exdirector general de Auditoría, Medios y Financiero en Caja Madrid y Bankia fue la persona a quien Blesa encargó la gestión y reparto de las black, responsabilidad en la que Rato le mantuvo y que no perdió hasta que le echó Jose Ignacio Goirizgolzarri, quien tras llegar a la presidencia de la entidad tras su intervención encargó la investigación interna que destapó el caso. Barcoj debió pensar aquello de que el que reparte se queda la mejor parte: fue quien más gastó, 575.079,24 euros.

José Antonio M. Santín

Exvicepresidente de Caja Madrid por Izquierda Unida, partido por el que también fue diputado de la comunidad autónoma y presidente de Telemadrid. Pasó de defender el comunismo a gastarse 456.522,20 euros con su tarjeta black. Su principal afición era sacar dinero en efectivo de los cajeros: lo hizo en 695 ocasiones por cantidades de entre 300 y 600 euros, hasta sumar 366.350 euros.

Rafael Spottorno

El exjefe de la Casa del Rey fue director de la Fundación Caja Madrid, y con la tarjeta opaca de la que se hizo merecedor por ello se gastó 235.818,14 euros, lo que le obligó a dimitir como consejero de Felipe VI. Otros nombres notables son los del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán (93.984 euros), el de la CEIM Arturo Fernández (37.326,57 euros) o el exsecretario de Estado del PP Estanislao Rodríguez Ponga (255.400 euros).