Muchos jóvenes aragoneses y españoles no acaban de entender que las declaraciones del mediático cocinero Jordi Cruz hayan levantado tanto revuelo. Ellos saben perfectamente que la mayoría de los alumnos en prácticas no cobran ni un duro y que algunas de las becas que se ofrecen al acabar los estudios en cualquier sector tampoco son remuneradas, por eso se sorprenden de tanta polémica.

Según un informe publicado por la Comisión Europea, el 58% de los becarios españoles no recibe ninguna retribución por su trabajo y el 70% de ellos reconoce tener una carga laboral similar a la de los compañeros con contrato.

Con todo, eso no quiere decir que las empresas hagan un uso fraudulento de las becas. En este sentido hay que diferenciar entre las prácticas curriculares, las que son obligatorias para obtener el título y forman parta del ciclo formativo, y las extracurriculares. «Estas últimas son las que deben retribuirse y tienen que tener un contrato», explica el secretario de empleo de CCOO Aragón, Juan Carlos Cantín, que indica que con las prácticas curriculares no suelen darse casos fraudulentos.

Según Universa, el servicio de orientación y empleo de la Universidad de Zaragoza, más de la mitad de las prácticas que realizan sus estudiantes no se pagan, aunque también diferencia entre las curriculares y las extracurriculares. «Estas últimas son voluntarias para mejorar el currículum, tienen un límite de 500 horas por empresa y curso, y nunca pueden sustituir a un puesto de trabajo», indica Marta Rincón, técnico de orientación de Universa, que apunta que «el tema de la retribución también es un reflejo de la realidad del mercado laboral»: «Los informáticos, por ejemplo, suelen cobrar más porque hay escasez de mano de obra».

LÍMITE DE HORAS/ Desde la Fundación Empresa Universidad de Zaragoza (FEUZ) destacan que sus becas «siempre han sido remuneradas», subraya la coordinadora de prácticas nacionales, Lola Torres.

La fundación, creada en 1982 por iniciativa de la Cámara de Comercio de Zaragoza y la propia universidad, gestiona las prácticas voluntarias y su oferta se extiende a todos los campos menos el sanitario y la docencia. «Todos los programas formativos deben tener una limitación de horas, no más de 40 semanales, y existe la obligación de que siempre haya un tutor acompañando a la persona en prácticas», concluye Torres.