El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, defendió ayer establecer limitaciones a nuevas plantaciones de fruta dulce como una de las medidas del plan para la mejora del sector de fruta dulce. Tras concluir el Consejo Consultivo de Agricultura, Cabanas resaltó que se trata de un plan «ambicioso» que, entre otras cosas, plantea inyecciones de liquidez (con una línea de financiación de hasta 80 millones en préstamos) o reequilibrios de la oferta y la demanda.

En cuanto a los sistemas de arranque planteados, Cabanas insistió en que «no se puede dar dinero para poner árboles y otro para quitar». En este sentido, los sindicatos agrarios aragoneses habían pedido ayudas al arranque, algo que, según ellos, no incluye este plan. «Lo que no van a permitir para no elevar aún más la producción es que las nuevas plantaciones reciban ayudas de los fondos operativos», explicaron desde UAGA.

Por su parte, el consejero aragonés Joaquín Olona, que siempre ha sido contrario al arranque, lamentó que este plan no solucionará la «brecha enorme» entre las estructuras productiva y comercial e insistió en impulsar la promoción comercial.