El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no piensa dimitir tras el fallo del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la amnistía fiscal del 2012, aprobada por el Gobierno del PP. Antes de participar en la asamblea general de la patronal catalana Foment del Treball en Barcelona, Montoro admitió que se sentía «concernido», no desautorizado, por la sentencia del Tribunal Constitucional y por eso acudirá al Congreso a hacer sus valoraciones.

Aunque no rechazó explícitamente que fuera a dimitir, a tenor de sus explicaciones, fue el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, que le acompañaba en su visita a la patronal, quien con una sonrisa en los labios lo ha dejado claro: «Va a ser que no».

«Que el PSOE pida mi dimisión no es una novedad. Informativamente, no creo que a ninguno de ustedes les llame la atención. No sé qué número de ocasiones ha pedido mi dimisión», señaló, por su parte, Montoro, respecto a la posición socialista.

Y, con respecto a la medida que acordó hace cinco años para aflorar rentas ocultas, se refirió de nuevo a la situación en la que se encontraba España, a las puertas de un rescate. En esta línea insistió en que la crisis del país por aquel entonces era tan «profunda» que «podía haber perjudicado la existencia misma de la zona euro».

Es por todo ello que defendió la regularización especial que se acordó, como algo inevitable. «La vida es como es y las responsabilidades de Gobierno llevan a tener que hacer cosas aunque no te gusten», sentenció.

También en esas fechas subieron los impuestos, especialmente el IRPF. Era «una situación límite», insistió, y luego recordó que en cuanto las finanzas públicas mejoraron, los bajaron, aunque no hasta los niveles precrisis. Ante ese escenario, añadió, el Gobierno se vio obligado a tomar medidas «que a ninguno nos gusta tener que tomar». El ministro dijo que será en la comisión de Hacienda del Congreso donde valorará ampliamente el fallo del Constitucional.