"El sector de los talleres mecánicos es actualmente el que peor lo está pasando de todos los relacionados con el automóvil". La afirmación del presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez, deja bien a las claras la crisis que atraviesan los negocios de reparación de vehículos. La proliferación de los talleres ilegales o la "presión" de las compañías aseguradoras son dos de los factores que han agravado su situación, según indicó ayer el presidente de la asociación de talleres de Zaragoza (Atarvez), Armando José Royo.

"Estamos viviendo el momento más delicado de toda la crisis, sobre todo por la competencia desleal que ejercen algunos particulares, un problema que la administración no se está tomando en serio", lamentó Royo. El año pasado, Atarvez ya estimó que en torno al 20% de los talleres de la comunidad (unos 200) eran ilegales, con el consiguiente riesgo para la seguridad vial.

A todo ello hay que sumar la "presión y coacción constante" por parte de las empresas aseguradoras, algo que "se está agravando con la crisis", según Royo. "Nos están imponiendo el precio e incluso el tipo de recambio que debemos utilizar sin posibilidad de negociar", lamentó.

Toda esta problemática ha provocado el cierre de negocios, aunque el número de asociados a Atarvez no se ha desplomado. "En el 2008 estábamos unos 400 y ahora en torno a 350", indicó Royo.

Según Ganvam, el volumen de reparaciones ha caído un 25%. "La creciente antigüedad de nuestro parque, el más viejo después de Grecia, también hace que más gente acuda a los talleres ilegales", señaló la patronal. Por eso, pidió que en el nuevo Pive puedan entrar los coches usados de hasta 3 o 5 años.