Nokia presenta este MWC cinco nuevos móviles, casi todos con Android, entre ellos el en otro tiempo icónico 8110, un extensible con tapa que cubría el teclado. La nueva apuesta retro de Nokia saldrá en negro, como el que aparecía en la película Matrix y en amarillo, lo convierte en lo que la prensa italiana llamaba el 'bananone', por su estridente color.

Tendrá conexión 4G y se venderá por 79 euros, pero no podrá descargar Whatsapp porque no va con Android sino con Kai, un sistema operativo mínimo que admite Facebook pero poco más.

La marca finlandesa, en manos ahora de antiguos ejecutivos de la compañía de antes que la comprara Microsoft, está volviendo al mercado con nuevas versiones de sus antiguos móviles y con una alianza privilegiada con Google --explicaron-- para AndroidOne, el pack de servicios móviles con las últimas versiones de Google Assistant, Mapas y cámara dual, que hasta ahora solo incorporaba Xiaomi.

Con AndroidOne, Nokia presenta el NokiaOne, un Android básico con carcasas intercambiables, que saldrá por 85 euros y el Nokia 6, un móvil que saldrá al mercado a unos 275 euros y que tiene reconocimiento de caras para desbloquear la pantalla con el rostro, como hace el iPhoneX (desde 1.159 euros), cámara Zeiss y Google Assistant.

También en gama alta, la compañía lanza el Nokia 8 Sirocco, con pantalla que rodea los laterales, y el Nokia 7 Plus, con cámara que capta imágenes incluso con poca luz. Este tendrá también Imagine Suite, un 'software' que presenta los controles de la cámara en círculos y que hace mucho más intuitiva su aplicación. El Nokia 8 costará 745 euros y el Nokia 7 plus 399 euros.