Se trata de un signo más de la recuperación del mercado inmobiliario español. Las socimis (sociedad de inversión inmobiliaria cotizada), creadas para dinamizar el mercado del alquiler en el país, se encuentran ya en un segundo estadio de desarrollo. Primero fueron las grandes -cotizadas en el mercado continuo- como Merlin o Hispania. Pero la nueva ola es ya una realidad. Mas de 30 de estas empresas cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con una capitalización que supera los 4.045 millones, y unos activos gestionados por valor de 7.583 millones hasta el pasado mes de diciembre del 2016, justo cuando el mercado contaba con un total de 25 cotizadas. «En estos momentos, esa cifra supera los 8.000 millones de euros», explica Antonio Fernández, presidente de Armabex, sociedad asesora del mercado que llevado a cabo la colocación de varias socimis en bolsa.

El auge de la nueva hornada de sociedades inmobiliarias no es poca cosa. Representa ya más del 50% de la capitalización de las empresas -una vez descontadas las sicavs- que cotizan en ese mercado. Pero más allá de su influencia en los mercados financieros, tienen una clara presencia en el mercado inmobiliario español. Firmas como Quonia, gestionada externamente por Rusiton XXI, una gestora especializada en la inversión inmobiliaria con experiencia financiera, ha llevado a cabo la compra del inmueble del número 60 del paseo Joan de Borbó, ubicado en la Barceloneta, una de las zonas más turísticas de la capital catalana, por una cantidad de site millones de euros. El inmueble consta de tres locales comerciales en la planta baja, ocupados por el histórico restaurante Can Manel, que ha cerrado sus puertas. El local pasará a estar ocupado por el grupo Degus.

Trajano Iberia es una socimi gestionada por el Deustche Bank. Es una de las pocas del MAB que se ha incorporado a ese mercado para dar opciones a los pequeños inversores de participar en el mercado inmobiliario. Cuenta con activos diversos, como una planta industrial en Zaragoza, un centro comercial en Portugal o un edificio de oficinas en Bilbao. Cuenta con una capitalización de 147 millones de euros y ha captado fondos por 95 millones de euros en el mercado con el objetivo de seguir invirtiendo.

DESCONOCIDOS Y PRÓXIMOS

En realidad, los nombres de las 30 sociedades cotizadas son prácticamente desconocidos para el gran público. Pero su intervención en el mercado inmobiliario español resulta más próxima al ciudadano de lo que se puede pensar.

El proceso en el que se encuentran es parecido al que siguieron las grandes socimis que cotizan en la bolsa española. Merlin (4.800 millones de euros de capitalización) es ahora la mayor empresa inmobiliaria española. Hispania (1.300 millones de euros de capitalización) es conocida por su especialización en el sector hotelero (se ha hecho con parte de los activos del Grupo Barceló), además de por tener como socio a George Soros.

En estos momentos, la socimi del mercado alternativo con una mayor capitalización es GMP Property, un grupo patrimonialista que invierte en oficinas en Madrid y cuenta con una cartera de activos en oficinas que alcanza los 360.000 metros cuadrados.

Al margen de esta firma, el resto de socimis de la segunda división inmobiliaria apenas alcanzan los 200 millones de euros de capitalización. En parte, por que es un fenómeno incipiente, pero también está relacionado con el tratamiento fiscal.

Jesús Muela, subdirector de GVC Gaesco Beka, firma que actúa como asesor registrado del mercado, puntualiza: «Es verdad que las sociedades tienen un tratamiento favorable, pero están obligadas a repartir el 80% de los beneficios, y estos declaran al 23%». En este sentido, Fernández agrega que el sistema permite un mayor control fiscal de las sociedades por parte del Ministerio de Hacienda, «y se evitan trapicheos».