El escándalo de Volkswagen (VW) crece día tras día. Ayer, el gigante de la automoción alemán dio a conocer que de los 11 millones de vehículos afectados por sus manipulaciones en la emisión de gases contaminantes, ocho millones fueron vendidos en la UE. Esto supone un paso más en esa gran mancha que está hundiendo la reputación del principal pilar económico de Alemania.

Según la información que la compañía remitió a un grupo de diputados alemanes que estudia el caso, en el Reino Unido y Francia habría alrededor de 1,1 y 1 millón de coches manipulados, mientras que en España e Italia la cifra alcanzaría los 683.000 y 650.000 modelos más.

Ayer se unió un nuevo factor a la que ya supone la peor crisis de la historia de la compañía. Seat y Skoda anunciaron en sus webs que sus motores diésel de tres cilindros también están afectados por el escándalo del dieselgate: tras ser denunciada por la agencia de protección medioambiental de EEUU, Volkswagen reconoció haber instalado un software en sus ejemplares para esquivar y engañar los controles de homologación sobre gases contaminantes.