Opel España se aferra a la estabilidad como el mejor aval para capear las turbulencias del sector del automóvil. La compañía aspira a mantener este año la producción de la fábrica de Figueruelas en los niveles del 2012 (265.000 unidades), a pesar de la caída de ventas prevista en el mercado europeo (-3%) y de la situación a la baja de las plantas del grupo. Preservar la carga de trabajo, aunque en los mínimos de su historia, permitirá conversar la plantilla sin necesidad de recurrir a nuevas regulaciones de empleo, al margen de los 60 días de ERE de suspensión ya pactados para este ejercicio. No obstante, todo es susceptible de revisión en función de cómo evolucione el año.

Así lo explicó ayer el director general de Opel España, Antonio Cobo, en un encuentro con los medios de comunicación durante una visita a la planta. El mantenimiento de la actividad es posible gracias a la incorporación de nuevos modelos y versiones. En concreto, por la asignación de 40.000 unidades del Corsa tres puertas, en las que se incluye la variante Corsa Van (destinado a las empresas), que retorna a Figueruelas después de dos años. Esta carga adicional procede de la planta alemana de Eisenach, que cede producción al asumir el lanzamiento del Opel Adam, tal y como estaba fijado en los planes de la compañía.

PIONERA EN GLP

La otra novedad es la fabricación a partir de febrero de las versiones del Corsa y el Meriva con motores GLP (Gas licuado de petróleo), de los que la factoría zaragozana espera hacer entre 14.000 y 15.000 unidades este año. Se trata de una internacionalización de trabajo que convierte a Figueruelas en la primera planta de GM Europa que integra esta operación en sus cadenas de montaje.

Esta adaptación, desarrollada por ingenieros de Figueruelas, junto a la carga extra del Corsa tres puertas ayudarán a mantener la producción y la plantilla, recalcó Cobo. A estos encargos se suma la preparación de la nueva generación del Corsa, en la que ya trabaja la planta, que este año verá pasar por sus líneas los primeros prototipos, si bien, el arranque de la producción del nuevo modelo será a principios del 2014.

REVISIÓN SALARIAL

En el plano laboral, la negociación del nuevo convenio colectivo marca la agenda de Opel España. Este proceso ha comenzado con mal pie porque la empresa no ha aplicado la cláusula de revisión salarial --pactada por ambas partes-- correspondiente al 2012, por la que se armoniza el desvío del IPC real. La decisión ha generado malestar en el comité, que estudiar tomar medidas para revocarla. En paralelo, la parte social presentará hoy a la empresa su propuesta para el nuevo convenio, en la que, precisamente, reclama un incremento salarial de 2% anual con revisión al IPC real.

Sobre este asunto, Antonio Cobo restó valor a esta medida, un "sacrificio" que consideró asumible porque va en favor de "mantener como hasta ahora la estructura de empleo" de la fábrica, algo de lo que ha sido "difícil de convencer" a la matriz y que es, a su juicio, "lo realmente importante". En este sentido, recordó que GM ha cerrado en los últimos años tres plantas --Luton (Inglaterra), Azambuja (Portugal) y Amberes (Bélgica)--, además de peligrar la de Bochum (Alemania).

En su balance del 2012, Cobo supo ver el lado positivo de los problemas y destacó los logros conseguidos por Figueruelas en cuanto a calidad de producción, seguridad laboral y posicionamiento dentro de la matriz, unos avances que vienen acreditados por una mejora de la productividad del 13%. El director general animó a seguir trabajando en esta línea con vistas también a los efectos en el futuro de la alianza de GM y PSA Peugeot-Citroen. "Hay que estar muy atentos y con la mejor oferta posible", dijo Cobo, para que Figueruelas consiga hacerse con producciones conjuntas de las dos matrices.