Nuevo dueño, nuevos vehículos y una nueva forma de afrontar el futuro. Esa parece ser la consigna que Opel España trasladó ayer a los representantes sindicales durante una reunión de la Comisión Permanente en la que la dirección dejó claro que uno de los objetivos a corto plazo será pactar el nuevo convenio colectivo para Figueruelas antes de que comience el 2018.

El actual marco laboral está vigente hasta finales del 2017, pero la compañía quiere iniciar el año con un nuevo convenio que le permita acometer con garantías el incremento de la producción previsto para el 2018 (más de 450.000 unidades, según las estimaciones). En este contexto, todo apunta a que la aplicación de nuevas fórmulas para ganar flexibilidad en la factoría será un elemento central en la negociación con los sindicatos.

El director general de Opel España, Antonio Cobo, ha subrayado en múltiples ocasiones la importancia de la flexibilidad para competir en el sector del automóvil. «Trabajar los fines de semana es un factor de flexibilidad, no de encarecimiento del producto final», dijo en una de sus intervenciones de los últimos años.

Además, el nuevo marco laboral podría estar condicionado por el contenido del nuevo plan que PSA encargó a Opel para hacer más productivas sus plantas europeas. Esta hoja de ruta, que será presentada en noviembre, y el sello del presidente de PSA, Carlos Tavares, tendrá sin duda su repercusión en el nuevo convenio de Opel España.

El arranque de las conversaciones entre la dirección y el comité podría tener lugar en el mes de octubre, apuntaron fuentes sindicales tras la reunión de ayer.

CARGA DE TRABAJO

El encuentro de la Comisión Permanente sirvió para anticipar que el último tramo del año será intenso, ya que la línea 1 (Mokka, Crossland X y C3 Aircross) se encuentra al límite de su capacidad de producción. El Mokka sigue teniendo una gran aceptación en el mercado, del Crossland ya se han recibido 50.000 pedidos y el C3 Aircross arranca con buenas expectativas. Por tanto, será necesario trabajar casi todos los sábados hasta que concluya el año.

Sin embargo, la línea del Corsa ha sufrido un pequeño bajón, por lo que la dirección ha fijado vacaciones los días 11 y 13 de octubre, 30 y 31 de octubre ó 2 y 3 de noviembre, y el 7 de diciembre para los trabajadores de esa línea. La firma no descarta, además, fijar algún día de paro técnico.

CONVIVENCIA CON EL ‘MOKKA’

Pese a ello, Figueruelas afronta dos años esperanzadores, aunque el Mokka dejará de producirse a finales del 2019. En cualquier caso, Opel España no descarta que pueda llegar algún otro modelo --el sustituto de Adam entraba en las quinielas-- en el futuro.

En estos momentos se producen en Figueruelas alrededor de 1.800 vehículos diarios (465 del Crossland X, 400 Mokka y 910 Corsa). Mientras, del Aircross se prevén fabricar 36.000 unidades en el 2017 y 120.000 en el 2018. El modelo, que se presentará en el Salón del Automóvil de Fránfort los días 11 y 12 de septiembre, llegará a los concesionarios europeos antes de final de año.