Opel España inicia hoy el 2017 con un calendario mucho más cargado de lo habitual. Los lanzamientos del nuevo Crossland X (sustituto del Meriva) en abril, y del C3 Picasso en el mes de agosto van a imprimir un elevado ritmo de trabajo a Figueruelas en un año en el que la planta comienza a coger velocidad de crucero para llegar al 2018 con la expectativa de alcanzar e incluso superar su máxima capacidad productiva: 485.000 vehículos al año.

Las perspectivas para el 2017 apuntan a superar el listón de los 400.000 coches fabricados, lo que supone un incremento del 20% respecto al año anterior (360.000 unidades). Con todo, buena parte de ello dependerá de la respuesta que tengan en los mercados los dos nuevos vehículos, ya que la producción del Corsa y del Mokka se antoja estable para los próximos meses, por su alta aceptación.

La mayor actividad también traerá consigo el incremento de la plantilla para afrontar los retos de este año. Por lo pronto, hoy ya se han incorporado a la factoría entre 250 y 300 nuevos trabajadores después de recibir formación durante las últimas semanas. Pero todo indica que no serán las únicas contrataciones del 2017, ya que se espera que los lanzamientos requerirán de más personal, según coinciden en señalar los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO.

A este incremento de la mano de obra habrá que añadir a aquellos trabajadores que se irán sumando poco a poco a la plantilla en virtud del plan de rejuvenecimiento aplicado por la multinacional, que contempla la llegada de unas 800 personas más hasta el 2018 (sustituirán al personal que se jubila total o parcialmente). Por tanto, la plantilla podría rozar o incluso superar los 6.000 trabajadores a finales del 2017.

SEMESTRE FRENÉTICO

El 2017 tendrá dos partes muy diferenciadas en Figueruelas, ya que el primer semestre será intenso, pero se espera que el segundo sea el de mayor actividad de los últimos años. De hecho, los ritmos de producción alcanzarán los máximos posibles en la factoría, ya que tanto el Crossland X como el C3 Picasso saldrán de las líneas a partir de abril y agosto. A ellos habrá que sumar el Corsa y el Mokka, este último permanecerá en la factoría aragonesa hasta el 2019.

Este nuevo escenario ha supuesto la eliminación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 35 días que había fijado la compañía entre el 27 de marzo del pasado año y el 30 de abril del 2017 y que, finalmente, no se ha aplicado en su totalidad. Además, se da la circunstancia de que la compañía ya ha establecido como sábado productivo el próximo 21 de enero, algo que impide aplicar un ERE en la fábrica.

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La vuelta al trabajo se produce apenas dos semanas después de que la compañía anunciase a los trabajadores de Figueruelas la confirmación de que producirán en exclusiva cuatro modelos a partir del 2019. A los dos productos que ya tenía adjudicados y cuyo lanzamiento se iniciará el próximo año, se sumarán otros dos potentes vehículos que conforman lo que la marca automovilística ha denominado como proyecto 9B-XX. Se trata de la siguiente generación del Corsa, que será fabricado en exclusiva en Zaragoza (hasta ahora se compartía con la factoría de Eisenach en un porcentaje de 72% frente al 28% en la planta alemana).

Además, Opel España se ha adjudicado un nuevo crossover (CUV), que sustituirá al junior Adam. Este último también se hacía en Eisenach, donde finalmente recalará el Mokka X a partir del 2019.

La llegada de nuevos modelos y la confirmación del Corsa en exclusiva podría localizar nuevas plantas auxiliares en la provincia de Zaragoza.