Opel amplía horizontes y mercados. La marca alemana tiene previsto reforzar su negocio en Sudáfrica, una estrategia que también beneficiará a la factoría de Figueruelas, ya que, a partir del próximo mes de enero, el Crossland X se comercializará en el país africano a través del importador nacional Unitrans Automotive. La distribución de Opel en este país se realizará mediante 35 concesionarios, algunos de ellos propiedad de Unitrans y otros independientes, según explicó la compañía en un comunicado.

Esta es una de las apuestas que recoge el nuevo plan PACE!, elaborado por PSA y Opel, en cuya hoja de ruta figura lograr una presencia internacional más sólida y entrar en más de 20 nuevos mercados de exportación para el 2022, entre ellos Sudáfrica, pero también China, Brasil, Argentina o Arabia Saudí. El objetivo final del plan, presentado el pasado 9 de noviembre, es que Opelogre la rentabilidad en el corto plazo (el 2% en el 2020) y salga, por fin, de unos números rojos que parecían ya crónicos.

Pero el Crossland X no será el único modelo made in Zaragoza que se venderá en Sudáfrica, puesto que la compañía anunció ayer que ofrecerá en ese país la siguiente generación del Corsa, que se produce en Figueruelas.

Además, el Mokka X, con unas ventas totales que superan las 800.000 unidades, ya está disponible en el país africano, por lo que «toda la familia X estará disponible en el mercado africano más importante en 2018», apunta la multinacional.

Apuesta estratégica

«Vemos Sudáfrica como un mercado importante», dijo el director ejecutivo de Operaciones de Ventas de Opel, Matthias Seidl, en la presentación del Crossland X en Johannesburgo. «Sudáfrica es una inversión estratégica para Opel y nuestro objetivo es fortalecer la marca en Sudáfrica y otros mercados clave», añadió.

Por otro lado, también a partir del próximo 1 de enero, la red de Opel se encargará del negocio de posventa de la marca Chevrolet de General Motors (a la que Opel perteneció hasta el pasado 6 de marzo). Chevrolet, como ya sucedió hace unos dos años en Europa, dejará de comercializarse en Sudáfrica con el nuevo año, precisó la compañía en la nota de prensa.

La apertura de un mercado como Sudáfrica es solo una pequeña parte del plan diseñado por el presidente de PSA, Carlos Tavares, para Opel. La rentabilidad de la marca alemana no pasa --como dijo el pasado 9 de noviembre el consejero delegado de Opel Michael Lohscheller-- por cierres de plantas ni por despidos forzosos, pero sí «por medidas que van a ser duras y no van a gustar a todos», advirtió Tavares, que tildó la situación de Opel de «dramática».

Figueruelas se impacienta

Y en este contexto, la factoría aragonesa sigue a la espera de conocer en qué se va a traducir la nueva estrategia de ahorro de costes del segundo grupo automovilístico de Europa. Esta misma semana, la dirección de Opel España ha suspendido en dos ocasiones los encuentros que estaban previstos con los sindicatos en el marco de la negociación del convenio colectivo. Y este hecho comienza a impacientar a la parte social.

Algunos sindicatos han elaborado ya sus plataformas para la negociación, pero no hay nada que negociar si no se conoce el plan que se quiere aplicar en cada una de las factorías europeas. «Llevamos seis o siete reuniones y apenas hemos avanzado nada», apuntó ayer la secretaria general de Industria de CCOO en Aragón, Ana Sánchez.