Los empresarios aragoneses mantienen el optimismo. Casi el 39% cree que aumentará la facturación en el tercer trimestre y un 19,2% espera contratar a más personal, según se desprende del Indicador de Confianza Empresarial de la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja, basado en la encuesta realizada 214 empresas (109 del sector servicios y 105 del industrial). Otro rasgo que define las expectativas de las compañías, la inversión, también alcanza niveles óptimos. El 22,2% cree que realizará nuevos desembolsos para mejorar el negocio.

Pese a que el indicador muestra signos de confianza, los resultados son algo peores que los alcanzados en la anterior oleada (el 46,7% dijo que aumentaría la facturacíon, el 29% el empleo y el 25,2% la inversión). Es decir, los empresarios valoran más positivamente el trimestre finalizado que las perspectivas del próximo.

La debilidad de la demanda (46,3%) y el aumento de la competencia (22,4%) se mantienen como los factores que limitan en mayor medida el nivel de actividad de las firmas aragonesas, según los encuestados. Pese a ello, el Indicador de Confianza Empresarial del segundo trimestre de 2017 alcanza un nuevo máximo, al superar en más de un punto al valor obtenido en el trimestre anterior, que fue de 14 puntos. Tanto las expectativas sobre el tercer trimestre como el balance de situación del segundo se sitúan en valores máximos (13,3 y 16,8, respectivamente), aunque el primer indicador retrocede ligeramente respecto al recogido en la encuesta anterior (15,2).

Por sectores, las empresas industriales y de la construcción reflejan un optimismo récord (el índice de confianza sectorial se sitúa en 15,4). Los empresarios aragoneses realizan una lectura muy positiva del segundo trimestre del año, debido, en parte, al incremento en las exportaciones de la industria automovilística, claves para el crecimiento de Aragón.

El sector terciario se sitúa algo por detrás del resto. El ritmo de reducción del paro y la evolución negativa, en media, del poder de compra de los consumidores aragoneses podrían explicar este optimismo matizado del comercio y los servicios.