El operador francés de telecomunicaciones Orange obtuvo el año pasado 2.935 millones de euros de beneficios, lo que significó un aumento del 10,7% respecto al 2015. Destaca la notable aportación española a los resultados de la compañía, que ha registrado un aumento de su facturación. El resultado de explotación disminuyó un 14% para quedar en 4.077 millones de euros, que atribuyó esa evolución a la pérdida de valor de activos y de inmovilizaciones, que afectan en particular a Polonia, Egipto, la República Democrática del Congo y Camerún, pero también al aumento de amortizaciones. El resultado bruto de explotación (EBITDA) ajustado, por su parte, se incrementó un 2,1% hasta 12.682 millones de euros.