La cadena aragonesa Panishop continúa su expansión dentro y fuera de la comunidad. La empresa del grupo familiar Rébola incrementará su plantilla en un centenar de trabajadores a lo largo de este año y sumará tres nuevas tiendas a su red nacional de panaderías.

Panishop, que cerró el 2017 con una facturación de 26,2 millones de euros, cuenta actualmente con 38 tiendas (25 en Zaragoza, una en Huesca, ocho en Madrid y cuatro en Tarragona). Este 2018 la firma inaugurará tres nuevos establecimientos en Aragón que se sumarán a las dos aperturas realizadas desde noviembre. Todas las tiendas, que ponen a disposición de los clientes más de 300 referencias, emplean a 240 trabajadores directos que, incluyendo las franquicias, se elevan a 360 empleados.

Aparte de la ampliación de su red de panaderías, la firma ha culminado ahora su plan de inversión iniciado hace un par de años. Con él, ha ejecutado una reforma de la fábrica, a la que ha destinado alrededor de un millón de euros y que le ha permitido conseguir las certificaciones necesarias en relación a la seguridad alimentaria.

La producción diaria de la planta de Panishop asciende a 12.000 kilos de harina, mientras que la de panes saludables, denominada slow baking, ha superado ya el millón de unidades. Esta línea se caracteriza por la utilización de masas madres de cultivo, largos procesos fermentativos y la carencia total de aditivos.

Precisamente, «más del 20% de las ventas» de sus panaderías corresponde ya a este tipo de producto. Así lo afirmó ayer el director general de Panishop, Antonio Rébola, que realizó un recorrido por su planta, situada en el polígono Cogullada de Zaragoza, acompañado por el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona.

Falta de maestros panaderos

Lambán aprovechó la visita a Panishop para anunciar la creación, a corto plazo, de una titulación de Formación Profesional (FP) de Maestro Panadero en Aragón. De este modo, el presidente autonómico reconoció que existe una «deficiencia» en el sistema educativo que es necesario subsanar cuanto antes. Esta decisión viene motivada, en parte, por la reivindicación de Panishop que, al no encontrar los perfiles óptimos en el mercado de trabajo, posee un centro de formación propio para el personal interno. Este 2018, la compañía ha centrado su oferta formativa en el lean manufacturing (producción ajustada), tema sobre el que impartirá más de 4.000 horas de formación.

El germen de Panishop reside en una panadería que se ubicó en el barrio zaragozano de San José en 1902. Gracias a la aparición del fenómeno de las franquicias en los años 90, la empresa empezó a expandirse y consiguió producir más de un centenar de panes diferentes. Actualmente, la firma está presente en Aragón, Madrid y Cataluña.