Las ideas, los inventos y los desarrollos de productos también sirven, en muchos de los casos, de acicate para poner en marcha una actividad emprendedora. Algunos de los jóvenes empresarios de futuro nacen tras o durante su paso por los campus. De hecho, la OTRI trata de transferir la tecnología de la universidad al mercado y, en este sentido, también apoya la creación de empresas Spin-off (basadas en el conocimiento y que tienen una base tecnológica).

Según datos facilitados por la OTRI, desde el año 2005 se han constituido 23 empresas que a su vez han generado más de 100 puestos de trabajo. Seis de estas empresas han puesto en marcha su iniciativa gracias a la explotación de una patente de la universidad.

Es el caso de la spin-off de la Universidad de Zaragoza, Nanoimmunotech SL, a la que se le han licenciado dos patentes universitarias, lo que le han convertido en la primera empresa europea dedicada a la caracterización físico-química y a la funcionalización de nanopartículas dentro del sector de la biotecnología y de la salud.

No obstante, desde la OTRI se promueven también los resultados provenientes de proyectos fin de carrera, además de tesis, proyectos fin de master, entre otros, que puedan dar lugar a una patente. Durante el 2011 se ha conseguido patentar un desarrollo que actualmente ya se encuentra en proceso de licencia a una empresa. Todo ello, en colaboración con el departamento de Ingeniería de Diseño y Fabricación de la Universidad de Zaragoza, tras la identificación de resultados generados por alumnos.