Pfizer había dicho que para el finales de 2016 decidiría si divide la compañía en dos, separando por una parte la investigación y desarrollo de medicamentos protegidos por patentes y tratamientos innovadores y, por otra, los fármacos ya establecidos que no tienen esa protección o están a punto de perderla y enfrentan presión de los genéricos. Ahora la decisión se pospone hasta finales de 2018 pero la opción de división se refuerza. Mientras el negocio en la división de productos sin patentes de Pfizer ha caído un 18%, la de productos innovadores --responsable del 55% de los ingresos este año-- ha crecido alrededor de un 10%.