Los 85.000 metros cuadrados, equivalentes a doce campos de fútbol, de las nuevas instalaciones industriales de Pikolín en Plaza ya están prácticamente ocupados. De hecho, la compañía aragonesa fabricó ayer su primer colchón en su nueva fábrica después de que la empresa haya trasladado durante las vacaciones de Navidad el 80% de la producción. La mudanza, con todo, no finalizará completamente hasta la primavera, cuando se efectúe la última fase con el cambio del área de oficinas.

En concreto, un total de 364 trabajadores, de los 472 que forman la plantilla de fábrica, estrenaron ayer el nuevo complejo logístico industrial del grupo.

Además de la producción, esta fase del traslado ha incluido también a parte de la plantilla de oficinas. Así, las áreas de Recursos Humanos y la oficina técnica no tendrán que esperar a la primavera, cuando está previsto que se mude el grueso de oficinas, para estrenar ubicación. La empresa continuará con el plan establecido, de modo que, en las próximas semanas se completará el traslado de fabricación con el cambio de somieres.

El grupo aragonés ha invertido 50 millones de euros en este nuevo complejo logístico industrial, el más moderno y avanzado desde el punto de vista tecnológico de su sector en Europa. Todo el proyecto ha sido concebido sobre un doble eje que gira sobre el incremento de la eficacia productiva y el aumento de la seguridad laboral. Además, un 30% de la plantilla trabajará con equipos nuevos que mejorarán la eficiencia productiva al tiempo que garantizan una mayor seguridad y ergonomía del empleado.

El comité de empresa criticó en su día al fabricante de colchones al considerar que en el proceso de planificación y construcción de la nueva planta de Plaza «no ha habido la adecuada consulta y participación de los trabajadores».