La compañía aragonesa Pikolín está ultimando la adquisición de unas nuevas instalaciones en Francia. El presidente de la firma, Alfonso Solans --que participó en la celebración de la consecución de la ISO 9002 por parte de Asfaltos y Construcciones (Arascón), de la que también es presidente--, informó ayer que la empresa de colchones está ultimando la operación y que espera que se cierre antes de que finalice el año.

Esta adquisición responde a la estrategia de expansión que está llevando a cabo la compañía aragonesa. Además de la fábrica ubicada en la autovía de Logroño de Zaragoza, Pikolín cuenta con centros productivos en Sevilla y Madrid. Asimismo, tiene un total de 57 puntos de distribución repartidos por España, Portugal y Francia, un mercado en el que han iniciado su andadura. En este sentido, el presidente de la compañía ha destacado en numerosas ocasiones la importancia de contar con plantas en aquellos mercados a los que quieren acceder, debido a los problemas logísticos que entraña la venta de colchones en el exterior (por su gran tamaño).

HISTORIA La empresa de colchones --que inició su actividad hace 54 años como taller de reparación de camas con cinco empleados-- cuenta en la actualidad con una plantilla de 2.000 personas. Su facturación el pasado año superó los 175 millones de euros (unos 29.120 millones de pesetas), lo que supone un importante crecimiento respecto al ejercicio precedente. En España, tiene una cuota de mercado del 35%, mientras que sus ventas exteriores se destinan principalmente a Francia, Portugal, los países del Este y Guinea, aunque también realiza operaciones puntuales en otros mercados internacionales.