Pirotecnia Zaragozana lleva varios meses trabajando en un "ambicioso proyecto" para reconstruir sus actuales instalaciones tras la explosión que causó la muerte de seis de sus trabajadores el pasado 31 de agosto. La empresa, sin embargo, quiere ir más allá y construirá una nueva fábrica para levantar una de las plantas del sector "más modernas de Europa". De hecho, la firma, que en enero del año pasado fue adquirida por el grupo francés Etienne Lacroix, ya está buscando suelo. "Nos gustaría que estuviera cerca de nuestras actuales instalaciones de Garrapinillos", indicó ayer a este diario el director general de la compañía, Miguel Pérez, que recordó que la empresa no ha vuelto a producir desde el accidente.

Su plan de expansión conllevará un incremento de la plantilla, formada actualmente por 25 personas. "Como mínimo alcanzaremos los 50 trabajadores, aunque en un horizonte de 5 a 10 años esperamos llegar a los 70", destacó Pérez.

SUS PLANES INICIALES

Cuando compró la firma zaragozana, el grupo francés ya dijo que quería convertirla en el mayor fabricante de fuegos artificiales de España, pero su proyecto de ampliación no iba a ser tan inmediato. Sin embargo, la tragedia del pasado verano ha acelerado los acontecimientos. Así, su deseo inicial sería dejar su actual terreno para centro logístico y levantar la planta de producción en la nueva ubicación, un proyecto conjunto en el que la compañía prevé invertir más de cuatro millones de euros. "Esa es nuestra intención, pero cuando tengamos el suelo ya decidiremos qué ponemos en cada sitio", concretó Pérez, que apuntó que la nueva parcela debería ocupar al menos 50 hectáreas: "Necesitamos una extensión muy grande porque queremos construir la fábrica aplicando la normativa francesa, que es más exigente que la española".

Precisamente, encontrar esa gran pastilla de terreno está siendo el principal problema al que se está enfrentando la empresa, lo que está retrasando el proyecto. Por eso, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza ha ofrecido su colaboración y ha creado una comisión técnica para ayudar a la firma a buscar una ubicación. Ayer, de hecho, los representantes de Pirotécnia se reunieron con el alcalde, Pedro Santisteve, y los concejales de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, y de Urbanismo, Pablo Muñoz, quien destacó el gran arraigo de la firma en el municipio. Muñoz añadió que el consistorio valorará "los actuales suelos municipales por si alguno puede convenir", algo que, en cualquier caso, parece complicado.

La explosión del pasado mes de agosto, que además de acabar con la vida de seis empleados provocó heridas muy graves a otras seis personas, mantuvo las instalaciones de la empresa precintadas hasta principios de diciembre pasado. "Hasta entonces no pudimos entrar para iniciar los trabajos de limpieza, que esperamos concluir este mismo mes", dijo Pérez.

LOS TRABAJADORES, DE ERE

Cuando sucedió el accidente, el grupo francés ofreció a la plantilla recolocarse de manera temporal en las plantas que tiene cerca de Toulouse, pero solo dos empleados aceptaron. Al resto se le aplicó un ERE temporal que seguirá en vigor hasta que se reanude la producción.

Con todo, algunos trabajadores han ido saliendo del expediente para realizar las tareas de limpieza, según indicó ayer el gerente de la firma. "En diciembre salieron otros diez para ir a montar un espectáculo de fuegos artificiales en Dubai, aunque ya han vuelto a entrar", comentó Pérez, que prefirió no dar fechas del fin del ERE.