Aragón sigue consolidándose como un referente dentro del sector del automóvil en España. Además de reforzar ese liderazgo, la llegada a Tarazona de Cooper Standard --uno de los fabricantes de componentes de automoción más importantes del mundo-- reactivará a la localidad zaragozana como polo industrial y ayudará a reducir su elevada tasa de paro. De hecho, la multinacional estadounidense prevé crear hasta 500 empleos cuando la planta esté a pleno rendimiento, algo que no ocurrirá al menos hasta dentro de ocho años, y a finales del 2016 ya dará trabajo a 100 personas. La compañía, que invertirá 6,7 millones de euros durante los próximos cinco ejercicios, se ha marcado el reto de superar los 325 empleados y facturar más de 35 millones de euros en el 2020.

Los términos de la operación quedaron recogidos en el protocolo suscrito ayer en la sede de la DGA por el presidente de Cooper Standard para Europa y Sudamérica, Fernando de Miguel, el consejero de Industria, Arturo Aliaga, y el alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte.

La multinacional, que podría ubicarse en las antiguas naves de Delphi, se dedicará a fabricar componentes de sellado para automoción (una actividad de la que es líder mundial), aunque en un futuro no descarta incorporar otras líneas de negocio. En concreto, la planta empezará a fabricar a principios del 2016 las juntas de estanqueidad para las puertas y los maleteros de un modelo que una marca francesa ensambla en España, un trabajo que Cooper desempeña ahora en una de sus factorías galas.

En ese momento, la fábrica turiasonense empleará a unas 30 personas hasta alcanzar las 100 a finales del 2016, cuando comenzará a producir los aislantes (burletes) de las ventanillas del nuevo Opel Meriva y del Citroën C3 Picasso, en virtud de un contrato firmado recientemente con GM España.

Su relación comercial con la planta de Figueruelas podría continuar a corto plazo y fabricar también los burletes de otros modelos de Opel. "Nuestro sueño es trabajar para el Corsa", dijo De Miguel, que indicó que están a punto de adjudicarse un proyecto "importante" con un fabricante que no quiso desvelar.

En este sentido, De Miguel apuntó que el suyo es un producto "barato", por lo que el grupo sobre todo busca ser competitivo en España.

De hecho, la de Tarazona será la única fábrica de la multinacional en el país, aparte de la que tiene en Borja desde octubre del 2014, cuando compró la planta de Cikautxo, dedicada a la fabricación de tuberías para refrigeración y calefacción de vehículos.

Según destacó De Miguel, la apuesta por Tarazona ha sido "meramente estratégica". La proximidad a las principales factorías automovilísticas españolas (nueve de ellas en un radio de 300 kilómetros), el crecimiento que está registrando el mercado nacional y la disponibilidad de empleo cualificado en la zona han sido determinantes en su decisión final. "Aquí la gente ya conoce el sector y está lista para empezar a trabajar", subrayó De Miguel, que comentó que el grupo barajó otras localizaciones como Valencia o Barcelona.

¿DÓNDE SE INSTALARÁ?

Aunque no quisieron precisar dónde se ubicará el nuevo centro productivo, todo parece indicar que la multinacional ocupará en régimen de alquiler las antiguas naves de Delphi. La fábrica de cableado, que cerró sus puertas a finales del 2007, es propiedad del Ejecutivo autonómico, por lo que la compañía podría aterrizar en condiciones ventajosas. No en vano, Aliaga indicó que el grupo recibirá ayudas públicas.

"Está claro que nosotros preferimos invertir en maquinaria y no en ladrillo", aseguró De Miguel, que añadió que la planta se ubicará sobre una superficie que oscilará "entre los 5.000 y los 20.000 metros cuadrados".

Tarazona recibirá con los brazos abiertos al grupo americano, después de sufrir con fuerza los envites de la crisis. Al cierre de Delphi, con 300 empleados, hay que sumar en 2009 el de la firma de caramelos Wrigley, con 160 trabajadores. En este sentido, Beamonte señaló que en la localidad hay 998 parados que acogerán con "alegría y esperanza" la llegada de un grupo que tiene 97 fábricas en 20 países y emplea a 27.000 personas.