La planta de Opel de Figueruelas ha vuelto a sufrir esta semana paros en parte de su producción por falta de suministro de cajas de cambio. El problema ha afectado a la línea uno, la que fabrica los modelos Mokka X, Crossland X y C3 Aircross, en la que trabajan unas 2.500 personas. Mientas, la cadena de montaje dos, la del Corsa, ha funcionado con normalidad.

En concreto, la suspensión de la actividad se ha registrado en las últimas cuatro jornadas. El martes y miércoles afectó solo a varios turnos, pero el jueves y viernes el parón productivo fue total en dicha línea, que no estuvo activa con ninguno de los tres equipos con que cuenta (mañana, tarde y noche).

La dirección de la compañia automovilística prevé recuperar la normalidad en el turno de noche de domingo y también esperar trabajar a plena capacidad este lunes, salvo que se produzca un cambio repentino, pero no se descartan más afecciones a lo largo de la próxima semana, según fuentes del comité.

INQUIETUD

La situación preocupa a los sindicatos. «Es la primera vez en la historia de la fábrica que se produce un paro de producción tantos días seguidos. Es una situación inédita», destacó el secretario de la sección sindical de UGT, José Carlos Jiménez, quien confió en que cuanto antes se resuelva el problema de abastecimiento y se recupere toda la producción perdida. «Son dineros para todos», apuntó.

El problema no afecta solo a Figueruelas. Hasta diez factorías del grupo PSA, entre ellas las españolas de Vigo y Madrid, también están sufriendo tensiones en el flujo de suministro de las cajas de cambios, que se fabrican en Valenciennes (Francia). Esta planta, próxima a la frontera belga y propiedad igualmente de la compañía gala, «no da abasto» para cubrir toda la demanda debido al «éxito comercial» que están teniendo los modelos que llevan este componente, como el Crossland X y C3 Aircross o los Peugeot 308 y 3008, según aseguran desde el grupo automovilístico, que está tratando de incrementar la producción de Valenciennes.

La línea uno de la fábrica zaragozana ya sufrió el pasado julio un día de paro técnico por la falta de cajas de cambio, pero entonces la cosa no fue a mayores. También en ese mes, en la línea dos se adelantaron las vacaciones de los trabajadores una semana por otro problema de suministro de piezas del motor, en este caso por la huelga sufrida por un proveedor de Aspern (Austria).