La plantilla de Opel España respaldó ayer con su voto, de forma mayoritaria, la política sindical llevada a cabo desde el 2010 por los dos grandes sindicatos (UGT y CCOO) en la factoría aragonesa. De esta forma, tras las elecciones celebradas ayer en Figueruelas, se afianza el liderazgo de ambas organizaciones, a pesar de sufrir un ligero retroceso.

La gestión durante los años de crisis y, principalmente, la firma del último convenio colectivo, en abril del 2013, están en el origen de los resultados de los comicios celebrados ayer en la planta zaragozana. Precisamente, este último asunto es el que más peso ha tenido entre la plantilla a la hora de depositar el voto, según apuntaron distintas fuentes sindicales.

Al término del recuento --que se prolongó hasta avanzada ya la noche de ayer--, UGT obtuvo un total de 14 representantes en el nuevo comité (dos menos que en las anteriores elecciones), mientras que CCOO consiguió ocho (uno menos). CGT, por su parte, mantuvo los cinco integrantes que ya tenía en el 2010, mientras que OSTA también reeditó sus tres miembros y Acumagme subió hasta tres representantes (uno más). El nuevo comité tendrá 33 integrantes, dos menos que en la anterior etapa. A partir de ahora se abre un periodo de 15 días para configurar el nuevo órgano de representación.

La participación en la jornada de ayer fue elevada y rondó el 75% (fue del 79% en el colegio de especialistas y del 68% en el de técnicos). El censo total rozaba los 6.500 empleados.

Se da la circunstancia de que UGT y CCOO retroceden en el colegio de especialistas (operarios) y mantienen sus delegados en el de técnicos. Pese a ello, ambos sindicatos se mostraron ayer relativamente "satisfechos" por los resultados, a tenor del "desgaste" sufrido tras apoyar un convenio con recortes a cambio de garantizar inversiones en la planta de Figueruelas.

Otra de las lecturas que se extrae de las elecciones de ayer es que la plantilla tiene muy definido su voto y es fiel a unas determinadas siglas, ya que los resultados son prácticamente similares a los registrados en el 2010. Así, las fuerzas minoritarias CGT y OSTA mantienen sus posiciones respecto a cuatro años antes, lo que evidencia que sus votantes también apoyan su negativa a dar el visto bueno a un convenio de ajustes en el 2013 a cambio de nuevas inversiones.

EL CONVENIO DEL 2013

UGT y CCOO, con el apoyo de Acumagme, fueron las que impulsaron --en abril del 2013-- un acuerdo con General Motors (GM) para cerrar un convenio colectivo que permitió a la factoría aragonesa albergar la fabricación de nuevos modelos y, por tanto, poner fin a las bajas cifras de producción de la factoría en los últimos años. Unas asignaciones que, no obstante, implicaron sacrificios para la plantilla, y que se tradujeron en la congelación de los salarios durante 2013 y 2014 y un recorte del 10% en los pluses por festivos, nocturnidad y calendarios especiales. También se introdujeron medidas de flexibilidad por necesidades de fabricación.

Este convenio, finalmente, fue votado en referéndum por parte de la plantilla. El 65% de los trabajadores dieron su apoyo al preacuerdo frente a un 33% de votos en contra. Unas cifras que guardan una importante similitud con las registradas ayer, ya que los sindicatos que respaldaron el acuerdo suman hoy 25 de los 33 miembros del comité de empresa.