El poder de los negocios para resolver problemas sociales y ambientales es la máxima por la que se rigen las empresas "B Corporation" y de economía social que se enfrentan a los desafíos del siglo XXI y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Así lo ha explicado en el quinto Congreso de Responsabilidad Social de la Empresa, celebrado en Zaragoza, Víctor Viñuales, director de la organización Ecodes que trabaja por la transición a una economía verde, inclusiva y responsable.

"El siglo XXI y los desafíos que tiene exigen un nuevo modelo de empresa que significa repensar y resetear, como los ordenadores que no funcionan, un nuevo ADN", ha afirmado Viñuales, quien ha planteado cuestionar el modelo tradicional "en el que una empresa está solo para generar el mayor beneficio para sus accionistas".

Para el director de Ecodes, las empresas tienen que asumir de forma corresponsable "un trozo de los problemas sociales y medioambientales", y aunque "está cambiando el viento y cada vez hay más empresas que caminan en esa dirección", ha insistido en que no basta con la administraciones públicas ni con las ong.

Los modelos de desarrollo territorial y la aportación de la administración pública a los ODS también se han tratado en una mesa redonda en la que se han examinado los proyectos de economía inclusiva e innovadora de Aragón, País Vasco y Comunidad Valenciana.

"Estos gobiernos están llevando a cabo iniciativas para promover la inclusión, la igualdad y temas de pobreza energética, y muchas veces la sociedad lo desconoce", ha explicado Laura Flores, directora editorial de Corresponsables, fundación que difunde iniciativas vinculadas a la sostenibilidad y a la responsabilidad social.

Flores ha insistido en que "hay que hacer una importante labor de pedagogía y de comunicación para dar a conocer también las buenas noticias", en relación con los proyectos de responsabilidad social que se llevan a cabo en todos los ámbitos.

El encargado de la Responsabilidad Social y Fomento en la Generalitat Valenciana, Josep Ochoa, ha señalado que "hay una forma distinta de hacer política, un modelo productivo con rostro humano y sobre todo hay que buscar las sinergias o los efectos en las personas".

Para Gotzon Bernaola, director de Innovación Social Innobasque, alianza público-privada que acompaña al Gobierno Vasco para adoptar nuevas medidas de innovación, las uniones público-privadas son claves para llevar a cabo el desarrollo de los ODS en los territorios, pero es necesario "repensar y revisar las políticas" para implantar estos objetivos.

"Se está en el camino, todos los gobiernos regionales tienen iniciativas pero el mayor trabajo está en cómo implicamos a la parte privada y a la sociedad civil en el compromiso de incorporar estos objetivos", ha considerado el director con respecto a las metas marcadas por las Naciones Unidas.

En este sentido, la catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación Etnor, Adela Cortina, ha defendido que los ODS han supuesto un "gran paso" con respecto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ya que señalan explícitamente que las empresas y la sociedad civil se tienen que implicar también en estos desafíos.

La experta, primera mujer que ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, ha defendido en una ponencia la importancia de las sinergias entre los sectores político, empresarial y social para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcan una agenda global hasta el 2030.