La empresa química Polidux, con sede en Monzón (Huesca) y filial del grupo Repsol, alcanzó el pasado año su récord de producción, con un aumento de la actividad del 65% en relación al 2014. La planta, que emplea a 42 trabajadores, se dedicada a la fabricación de primeras materias plásticas, concretamente compuestos de polipropileno y polietileno de alta densidad, muy utilizados en carcasas y piezas técnicas de pequeños electrodomésticos y muebles de jardín, así como en el sector del automóvil.

La compañía registró una facturación de cinco millones de euros en el 2015 (último ejercicio auditado y publicado), lo que supuso un aumento del 30% respecto al 2014. Las últimas inversiones se han centrado en mejorar la logística de producto mediante la instalación de silos de almacenamiento, la automatización del proceso de envasado y otras mejoras en el proceso para maximizar la producción. En el 2017 está previsto que se alcance una cifra de inversión cercana al millón y medio de euros.

Desde su origen, la compañía ha estado ligada al desarrollo industrial de Monzón. Polidux nació en 1991, cuando Repsol compró la división de estirénicos de Aiscondel. No obstante, su origen se remonta a la década de 1960, con la constitución de Monsanto Ibérica. En diciembre del 2013 se produjo el cese de la planta de producción de poliestireno expandible, que provocó la perdida de unos 40 empleos.

Polidux, que tiene capacidad para producir 20.000 toneladas al año, recibe desde el complejo industrial de Repsol en Tarragona compuestos en forma de granza o polvo y, por un proceso de extrusión, la fábrica montisonense los aditiva y colorean para obtener materiales con propiedades mejoradas, muy útiles para varias aplicaciones de alto valor añadido, sobre todo en el sector de la automoción.