«Por proximidad geográfica y las históricas relaciones comerciales entre ambas comunidades, Aragón debería haber captado muchas más empresas catalanas durante esta crisis». Así de tajante se manifestó ayer el presidente de la Federación de Polígonos Empresariales de Aragón (Fepea), Ignacio Almudévar, durante la celebración de su congreso sectorial en Zaragoza. Para Almudévar, una de las razones que explican esta escasa capacidad de atracción es la «deficiente situación» en que se encuentran algunos polígonos industriales.

La federación lamenta que hay mucho que mejorar en materia de telecomunicaciones, movilidad, seguridad o suministro eléctrico. De hecho, la mayoría de parques empresariales no tiene acceso a internet por fibra óptica o medios de transporte colectivo. Fepea insistió ayer en su congreso que el actual marco legislativo cataloga a estos espacios como zonas residenciales, lo que complica la gestión de sus servicios e infraestructuras y provoca distorsiones en materia de impuestos.

Por todo ello, Almudévar volvió a pedir a la DGA una nueva ley para el sector siguiendo el modelo que está impulsando la Comunidad Valenciana. Este cambio podría facilitar la colaboración entre empresas y ayuntamientos para administrar juntos estos complejos a través de entidades mixtas. «Lo que es evidente es que la falta de interés por los polígonos hace que Aragón pierda atractivo, porque lo normal hubiera sido que la comunidad atrajera al 60% de las empresas catalanas», aseguró Almudévar a este diario.

Según dijo, la petición fue bien recibida por el director general de Industria de la DGA, Fernandno Fernández, que ayer estuvo presente en el congreso.