El Banco Popular tiene previsto culminar tras el verano, probablemente en septiembre u octubre, el proceso de análisis del que se desprenderá el drástico recorte de plantilla y oficinas que lleva tiempo anunciando que va a acometer. La entidad está en pleno estudio de las tareas, procesos y actividades que va a cambiar, y de ahí se desprenderá la cifra de ajuste de su estructura.

El grupo ha negado así que tenga la cifra decidida, como publicó Expansión. El medio económico aseguró que el banco tiene previsto recortar entre el 16% y el 20% de la plantilla (es decir, entre 2.500 y 3.000 empleos) antes de que acabe el ejercicio, tanto en la red como en los servicios centrales, con un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones, así como el cierre de 300 sucursales.

Fuentes del Banco Popular recordaron que durante la última junta de accionistas celebrada el pasado mes de abril, en el folleto de la reciente ampliación de capital y en las últimas presentaciones de resultados, el banco ha ido anunciando que se encamina a una importante reducción de plantilla para aligerar los costes y mejorar la rentabilidad en el marco del proceso de saneamiento en que está inmerso y para adaptarse al cambio que están suponiendo para la banca la aplicación de las nuevas tecnologías, que están disminuyendo de una forma notable las visitas y los servicios que se prestan en las oficinas de las entidades.

En la consecución de ese objetivo se enmarca el análisis que está realizando sobre qué actividades podría realizar con menos personal para reducir costes. Una vez que lo culmine, tras el verano, será el momento de decidir en qué plazo (puede hacerse en varias fases para que no afecte al servicio a los clientes) y cómo se instrumenta esa reducción de plantilla (bajas incentivadas, prejubilaciones, etc), que en cualquier caso el grupo asegura que hará de forma pactada con los trabajadores y no traumática. Para ello, abrirá el habitual proceso de negociación con los sindicatos.

ENTRE 2010 Y 2015

El Banco Popular recortó un 23,5% sus oficinas y un 17% su número de empleados entre los años 2010 y el 2015. El grupo cerró el primer trimestre del 2016 con un total de 15.020 trabajadores, lo que representa un 1,8% menos que un año antes, y 2.106 sucursales, un 1,5% menos.

En la última junta, su presidente, Ángel Ron, avanzó que el banco seguiría reduciendo sus gastos «en la medida en que así lo aconsejen las condiciones de mercado y los cambios tecnológicos».

RECLAMACIONES SINDICALES

El sindicato CCOO aseguró que desde «hace meses» pide al banco que le explique sus planes y que la entidad le contesta que no tiene tomada «ninguna decisión». La central le ha reclamado que lo negocie con los representantes de los trabajadores porque «sólo así se puede acometer con garantías reales para la plantilla una situación de esta complejidad».