La Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran que Portugal está haciendo "buenos progresos" para ajustar sus desequilibrios económicos, aunque advierten de que sigue siendo clave una "implementación decida" de las reformas para garantizar la recuperación económica y la sostenibilidad fiscal.

La aprobación de estas conclusiones por parte del consejo ejecutivo del FMI, el Ecofin y el Eurogrupo permitirá el desembolso de los 14.900 millones de euros que corresponden al siguiente tramo de la ayuda, que previsiblemente serán abonados en abril.

En comunicado respecto a la tercera revisión del programa de ayuda a Portugal, la 'troika' señala además que los estados de la eurozona han mostrado su disposición a apoyar a Portugal hasta que recupere el acceso a los mercados, siempre y cuando las autoridades perseveren con su "estricto programa de implementación".

Tras la visita realizada a Lisboa entre el 15 y el 27 de febrero, la CE, el BCE y el FMI señalan que el programa está en marcha, pero advierten de que aún persisten algunos desafíos. En concreto, destacan que las políticas están en general siendo implementadas como se preveía y el ajuste económico está en marcha.

En particular, la 'troika', que volverá a revisar la economía lusa en el mes de mayo, señala que la gran corrección fiscal en 2011 y el sólido presupuesto para 2012 ha impulsado la credibilidad de la estrategia de consolidación fiscal de Portugal.

Además, destaca que se está avanzando en las reformas del sector financiero y en los esfuerzos de despalancamiento, al mismo tiempo que se están dando pasos para garantizar que se cumplan las necesidades crediticias de las empresas con sólidas perspectivas de crecimiento.

Asimismo, subraya que también se han producido progresos en las reformas para incrementar la competitividad, el crecimiento y el empleo, aunque muchas aún están pendientes de su total implementación. "El amplio consenso social y político que está apoyando este programa es un activo clave", añade la troika, que incide en especial en el acuerdo tripartito sobre las reformas del mercado laboral.

Pese a todo esto, advierte de que la economía portuguesa seguirá enfrentándose a vientos en contra, ya que para 2012 se prevé que el crecimiento de las importaciones de sus socios comerciales se debilite, al mismo tiempo que se ajusta la demanda interna y aumentan el desempleo y las quiebras.

Como consecuencia, el PIB está previsto que descienda un 3,25% en 2012, frente a una caída del 1,5% de 2011, para luego registrar una "lenta recuperación en 2013", respaldada principalmente por las inversiones privadas y las exportaciones. Además, cree que será capaz de reducir el déficit en 2012 hasta su objetivo del 4,5% con las actuales políticas, si los riesgos a la baja para la perspectiva económica no se materializan.