La consecuencia más palpable de la crisis económica, la precariedad laboral, ha obligado a explorar nuevas vía de actividad entre la que destaca el incremento del emprendimiento y del colectivo de autónomos, que han animado el mercado laboral por los incentivos en las cotizaciones sociales. En el último año y medio los autónomos han aportado 267.964 personas gracias a la llamada tarifa plana de 50 euros de cotización a la Seguridad Social. Andalucía es la primera comunidad en la que más se ha implantado este sistema, con 50.935 nuevos autónomos. Del total de altas, 109.287 son personas menores de 30 y 158.677, mayores de esa edad, según datos del Ministerio de Empleo.

Pero también la crisis ha desvirtuado la imagen del autónomo, al ganar peso los que no tienen empleados y han llegado a esta situación tras ser asalariados. En este caso, son muchos los que al ser despedidos tras largas carreras laborales, vuelven a ser contratados por la misma empresa o en la misma actividad por el mismo empleador --incluso la relación laboral cambia por acuerdo entre las partes antes de producirse el despido--, con lo que las empresas se ahorran los costes sociales. Son los llamados falsos autónomos.

INCENTIVOS EN DOS FASES En todo caso, el apoyo al emprendimiento fue la medida que puso en marcha el Gobierno del PP para animar la contratación. Los incentivos llegaron en dos fases. La primera, en el marco de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016, en febrero del año pasado, con un decreto ley que implantaba la tarifa plana de 50 euros de cotización a la Seguridad Social. Iba sobre todo destinada a reducir el desempleo entre los menores de 30 años.

En octubre pasado el Ejecutivo amplió el colectivos de beneficiarios a todos los nuevos autónomos, con independencia de su edad. Este aliciente consiste en que durante los primeros seis meses de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA), los nuevos emprendedores se beneficiarán de una reducción del 80% de la cuota, de forma que el nuevo autónomo podrá cotizar durante el primer semestre por 50 euros, frente a los 250 euros que cotiza habitualmente de media. Posteriormente, y durante los siguientes seis meses, se aplicará una nueva reducción sobre la base mínima del 50%.

Pasado este tiempo, los autónomos de 30 años o más tendrán una reducción del 30% en la cuota de la Seguridad Social durante los seis meses siguientes. Además, los hombres de hasta 30 años y las mujeres de hasta 35 se beneficiarán del mantenimiento de una reducción y una bonificación en sus cotizaciones de un 30% durante los siguientes 18 meses.

Lorenzo Amor, presidente de la federación de autónomos ATA, tienen claro que el aumento de la afiliación al RETA es un síntoma de la recuperación económica y la confirmación de que en la actual coyuntura es más fácil crear un empleo propio que encontrar uno por cuenta ajena. "Reducir cotizaciones sociales siempre genera empleo", subraya Amor.

La atracción por la figura del autónomo quedó reflejada también en la última encuesta de población activa (EPA) referida al segundo semestre de este año. Según el INE, en los seis primeros meses del 2014 los trabajadores por cuenta propia se incrementaron en 12.400 personas, aunque fue mayor la subida en el primer semestre del 2013, que llegó a 45.500. Sin embargo, en tasa interanual --comparado con el segundo semestre del 2013--, este colectivo ha descendido en 52.000, frente al número de asalariados, que creció en 245.300, en su mayoría con contratos temporales y a tiempo parcial.