El precio de la electricidad ha alcanzado estos días su precio más elevado en lo que va de año. Lo sabe muy bien Luz Cuesta Mogollón, una zaragozana de 19 años acostumbrada a las bromas relacionadas con su curioso nombre, tan acertado en los tiempos que corren, con la energía ocupando grandes titulares día sí y día también. Ella misma ha sacado a la luz pública -y nunca mejor dicho- su DNI, que ya circula por redes sociales y whatsaps, para demostrar que su nombre es real.

Sus padres son unos guasones, pensarán algunos. Nada más lejos de la realidad. «Me llamo Luz Cuesta Mogollón, pero la subida del precio de la electricidad no es culpa mía», insiste la joven, consciente de la notoriedad no perseguida en la que se ha visto inmersa.

Buen humor y frescura son dos de las principales cualidades de una muchacha que en ningún momento ha buscado plantar cara a las corporaciones energéticas, pero cuyo nombre es una advertencia clara a los sufridos consumidores, como prefiere ella que se interprete.

Los padres de la joven decidieron bautizarla con ese nombre en recuerdo del lugar donde se habían casado, en la ermita de la Virgen de la Luz, en Avilés, en el Principado de Asturias, lugar de origen de la familia. Según la joven, sus padres no fueron conscientes en ese momento del divertido efecto que tendría la combinación del nombre con los apellidos de la pareja.