El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, dio ayer la razón al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, sobre la amnistía fiscal. En opinión del presidente de la CEOE, la amnistía fiscal fue la solución en ese momento y animó a que «si alguien tiene una idea para incrementar los ingresos que lo diga y si no, que se calle». No obstante, el presidente de la patronal recordó que las empresas «pusieron el grito en el cielo» porque nadie les explicó esta medida para elevar los ingresos tributarios.

Rosell señaló que para solucionar el «problema» de recaudación «se podría haber sacado la compensación de las bases imponibles negativas durante un año». «Había posibilidades técnicas y lógicas para hacer esto, aunque no se hizo», cuestionó Rosell. En esta línea, celebró la «suerte» de que las empresas no han tenido dificultades financieras y han tenido «posibilidad de crédito con tipos de interés buenos».

El presidente de la patronal insistió en que cuando se aprobó la regulación fiscal extraordinaria, España estaba «prácticamente intervenida» y que «Europa vino y pidió más ingresos de la forma que fuese», si bien considera que se tenía que haber explicado a las empresas la implantación de la amnistía fiscal.

Por su parte, el presidente de Freemarket Corporate Intelligence, Lorenzo Bernaldo de Quirós, cree que la amnistía fiscal fue «inmoral e ineficiente» y que tuvo unos resultados «lamentables».